Tren Alameda-Nos mejorará frecuencia y se detendrá cada seis minutos

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Servicio, que debutó en marzo pasado, agilizará su operación debido a que transporta a 47 mil usuarios por día.




El tren Alameda-Nos, que une San Bernardo con Estación Central, mejorará la frecuencia en las estaciones debido al alza de pasajeros que ha registrado desde que entró en operación en marzo pasado. Desde este mes comenzará a detenerse cada seis minutos.

El ajuste de la operación se da porque el servicio ha transportado a cinco millones de usuarios desde que se estrenó, los que pueden viajar entre la zona sur y el centro de Santiago en solo 20 minutos. "Tenemos una demanda de 47 mil personas diarias y más", dice el gerente general de la empresa Tren Central, Juan Pablo Palomino, quien añade que el sistema ha funcionado sin inconvenientes.

Para mejorar los indicadores, en la compañía se sostiene que tendrán un intervalo cada seis minutos en el horario punta, dos menos que lo actual y diez minutos en hora valle. Otra meta es contar con nuevo material rodante para agilizar el servicio (hoy cuenta con 12 trenes). Al respecto, Palomino afirma que "se requiere duplicar la flota, máquinas que demoran alrededor de 18 a 24 meses en llegar al país". Existen fuentes de financiamiento como la Ley de Presupuestos y la emisión de bonos en el mercado, desde donde se podrían obtener recursos para la adquisición.

La compañía proyecta 16 millones de pasajeros cuando se cumpla un año de operación ¿Está preparada la infraestructura ligada al servicio para tales flujos? Palomino dice que hasta ahora hay capacidad, pero admite que no se esperaba que el 90% de los viajeros tomara el metro (lo que genera atochamientos en la Línea 1), sino que la idea es que se optara por buses (por ello se remodeló la Plaza Argentina).

Y vienen momentos álgidos para el Alameda-Nos, pues tiene una estación común con la Línea 6 de Metro, la que debuta este mes. Unas 1.200 personas que se trasladan en ese ferrocarril podrían bajarse en Lo Valledor para tomar el tren subterráneo, lo que pondrá a prueba los planes de contención e información para ordenar la demanda.

Vandalismo

Aunque la empresa entrega un balance positivo, también admite que se han presentado adversidades: el vandalismo contra los convoyes y estaciones ha generado pérdidas más de $500 millones. "Apedrean y rayan los trenes todos los días", afirma Palomino, quien agrega que incluso se han robado las rejas de confinamiento de las vías en algunos sectores, lo que fue denunciado a la justicia.

Palomino detalla que esta situación "no estaba contemplada dentro del presupuesto y, además, el impacto es serio porque deben salir los trenes afectados por 72 horas para ser reparados".

Por ello se debió contratar un servicio de abogados para perseguir judicialmente a los involucrados en los daños. Están en trámite cuatro procesos judiciales: uno por robo del tendido eléctrico (la persona fue condenada a trabajos comunitarios); un imputado está siendo investigado por realizar grafitis y se busca que los padres de dos menores de edad que rayaron trenes respondan por sus hijos, declarados inimputables por el tribunal.

Esto lleva a que la compañía deba contar con guardias extra en los puntos de parada para vigilar los recintos. Los gastos que se realizan para reparar estos daños equivalen a un 25% del precio que tendría un nuevo tren para el servicio.

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