El trabajador estrella de la Intendencia

Carlos Méndez

Carlos Méndez (27) es la primera persona con síndrome de Down contratada por el Estado.




En octubre del año pasado, Carlos Méndez (27) comenzó a trabajar en la Intendencia de la Región Metropolitana como administrativo auxiliar. Su función es realizar despachos internos: trasladar documentos desde una oficina a otra y repartir la correspondencia en el edificio. Un trabajo sencillo, pero que tiene una particularidad.

Carlos, es el primer joven con síndrome de Down oficialmente contratado por el Estado. Desde hace ya cinco meses, de lunes a viernes, sale temprano desde su casa en la comuna de Las Condes para luego de una hora de viaje, entre micro y metro, llegar a las 09.30 al edificio de la Intendencia, ubicado en la calle Morandé, en la comuna de Santiago.

"Me gusta, me divierto. Termino como a las 2 de la tarde y me voy feliz. Quiero quedarme harto tiempo trabajando aquí, porque la gente es buena onda", cuenta Carlos sobre sus primeros meses de trabajo.

En la oficina de Carlos reluce una foto enmarcada de su ídolo en el fútbol: Alexis Sánchez, a quien le gusta ver en cada partido. Se declara fanático del Arsenal y Colo-Colo, y su sueño es conocer algún día al "Niño Maravilla" en persona. "Me gusta que gane para que los niños vean como juega. De la Selección, sólo lo admiro él", dice.

El ingreso de Carlos Méndez a la entidad estatal se dio tras la iniciativa del intendente Claudio Orrego, de integrar a alguien con síndrome de Down al equipo de trabajo. Luego de contactarse con algunas organizaciones, llegaron a la fundación Incluir, de la que Carlos es miembro. Realizaron una serie de entrevistas a varios jóvenes que podrían cumplir con el perfil, Méndez resultó elegido, ya que según cuentan sus compañeros, se presentó "con mucho desplante".

Respecto a su relación con el Intendente Orrego, confidencia que "el otro día anduve en bicicleta con él, creo que yo puedo ser el futuro intendente".

Sin embargo, antes de su incorporación, los demás funcionarios debieron pasar por un proceso de inducción y capacitación, para que todo continuara con normalidad en el edificio, y con ayuda de la fundación, se puso distintos colores en cada oficina donde él debía realizar entregas, para facilitar sus tareas.

Y hasta el momento, todo ha resultado bien. Carlos se ha adaptado a sus compañeros, y ellos a él. Tanto así, que incluso en compañía de una amiga de la fundación, el joven ha realizado talleres de cocina para todos los trabajadores de la entidad.

"Cuando decidimos hacer este trabajo el año pasado, sabíamos que iba a ser un camino largo, que todos teníamos que involucrarnos, y creo que no sospechábamos el regalo que significaba para nosotros como organización tener a alguien como Carlos aquí", manifestó Orrego.

Desde Fundación Descúbreme, dedicada a la inclusión de personas con discapacidad cognitiva, destacaron el caso, pero señalaron que es necesario avanzar más: "Reconocemos lo positivo que implica una contratación como la de Carlos Méndez, sobre todo el hecho de que cuente con un horario y salario establecido, pero es importante que la inclusión no sea sólo una actividad basada en la buena voluntad o altruismo (...) Se requiere que la empresa o servicio público visibilice una captura de valor, a través de una estrategia que es la gestión de la diversidad e inclusión".

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