¿Tocaron techo? Registro de marcas se estanca en Chile en los últimos años

Se han mantenido en torno a las 50 mil. Estadísticas de Inapi reflejan peso cada vez mayor del desarrollo y prestación de servicios. Sin embargo, la inscripción de marcas de empresas chilenas en el exterior está experimentando un aumento sostenido.




El registro de marcas comerciales es intensivo en Chile, sin embargo, el número de solicitudes se ha estancado en los últimos años, y si bien el ciclo económico ofrece una buena explicación para la baja reciente en las solicitudes, no es la única.

Tampoco es la única tendencia que muestran las estadísticas del Instituto Nacional de la Propiedad Industrial (Inapi): las cifras de la última década reflejan una economía donde los servicios están teniendo un rol cada vez más relevante.

Las solicitudes de marcas respecto del año anterior bajan 2% y 7% en 2014 y 2013, algo que "pareciera estar relacionado con las fluctuaciones económicas", explica Carolina Belmar, directora nacional (s) de Inapi. "Por ejemplo, en 2009, coincidentemente con el inicio de la crisis económica mundial (...) en Chile la tasa de presentación de solicitudes y renovaciones de marcas se contrajo en 18% respecto del año anterior", dice.

El abogado Santiago Ortúzar, socio del estudio Beuchat, Barros y Pfenniger, va más allá. Señala que la solicitud de marcas "se ha estancado en los últimos 5 o 6 años, hay altibajos, pero no aumenta". Agrega que "en los últimos años nos hemos quedado en torno a las 50 mil".

"El año pasado notamos la baja, el ciclo económico influye, y bastante", comenta, pero ofrece otras explicaciones. "Hay más conciencia en el mercado de que las marcas hay que registrarlas para un producto específico. Ya no existe la tendencia, o ha disminuido mucho, de registrar una marca en todas las clases posibles", dice.

No obstante, el uso de marcas en Chile supera con creces al de otros países, precisa Belmar. Según la Organización Mundial de Propiedad Industrial (Ompi), en 2010, en Chile se presentaron 218 solicitudes de registro de marca por cada 1.000 millones del PIB, superando los niveles de países de ingresos altos como Alemania (72), Japón (39) y EE.UU. (22), y de ingresos medios, como Bulgaria (166), Ecuador (157) y Vietnam (128).

Para el abogado Jorge Garay, socio de Garay Guerrero, en ocasiones la duración del trámite puede ser un disuasivo, pese a los avances del Inapi. "El Inapi no sólo revisa si una marca específica está registrada, también si hay marcas similares. Y ahí puedes caer en un área gris y estar uno o dos años discutiendo primero con Inapi y después con el tribunal de propiedad industrial, porque hay un tema de apreciación", dice. "Y una persona se demora dos años en conseguir una marca, a lo mejor la siguiente vez piensa si pedirla o no".

El costo de renovación, 6 UTM por clase, también pesa en la decisión. Una pyme, por ejemplo, que tenga una marca en tres clases tiene que pagar 18 UTM, unos$ 780 mil. "Si antes renovaban todo por si acaso, ahora sólo renuevan lo que usan", comenta Garay.

LOS CAMBIOS

Más allá del número de solicitudes, en los últimos 10 años hubo cambios en las clases más requeridas. Si en 2004 los cinco primeros eran  productos, en 2014 fueron desplazados por los servicios de publicidad o gestión de negocios , y junto con los servicios de educación y/o entretenimiento concentraron 11% de las solicitudes (ver infografía).

Por ejemplo, en el total general, han perdido peso la solicitud para el registro de marcas referidas a armas de fuego y explosivos (clase 13), instrumentos musicales (clase 15), materias textiles fibrosas en bruto, hilos, encajes y agujas (clases 22, 23, 26), alfombras y tapices no textiles (clase 27) y el tabaco y los artículos para fumadores (clase 34). Esto, señala Belmar, podría explicarse por la promulgación de ciertas leyes que inciden en la expansión natural de estos negocios o en coyunturas económicas que han impactado negativamente en ciertos rubros.

Ortúzar ha visto otra tendencia: un crecimiento fuerte en la inscripción de marcas de empresas chilenas en el extranjero desde 2009 en adelante, tanto, que en su estudio se creó un departamento especial para gestionarlas. "Estamos hablando de 400 marcas al año, sólo en este estudio. Y hace 10 años era mínimo", cuenta.

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