Spencer Tunick: "No vengo a romper un récord, me interesa el resultado artístico"

El creador que reunió a cuatro mil personas desnudas en el Parque Forestal, está en Chile. Tunick busca locaciones en Valparaíso, Antofagasta y Santiago para su nueva obra.




Spencer Tunick (46) nunca dejó de pensar en Chile y eso lo dejó claro desde el comienzo. "Acabo de aterrizar en Santiago esta mañana, pero por lo menos me ha tomado 10 mil mañanas volver. Siempre quise regresar", dijo ayer el fotógrafo estadounidense en el Palacio Consistorial de Providencia, ante una decena de periodistas, camarógrafos y gráficos que lo trataron como a un rockstar. La razón: invitado por el MAC en 2002, un semiconocido Tunick llegó a Chile  y convocó a los chilenos a posar desnudos en el Parque Forestal. Aunque se esperaban unas 600 personas llegaron más de 4 mil. Un inesperado fenómeno social que, además de los participantes, atrajo a la prensa y a una cuadrilla de  religiosos que protestaron contra el acto artístico. A pesar del caos, el fotógrafo se convirtió inmediatamente en un figura. "La gente en Nueva York aún no me cree cuando le cuento el impacto que causó en Chile", dice entre risas.

A 11 años del suceso, Tunick está de vuelta, invitado por ARTV y la Municipalidad de Providencia, con la idea de hacer una nueva performance en Chile. Durante seis días recorrerá Santiago, Valparaíso y Antofagasta buscando locaciones. La idea es volver en diciembre a hacer las fotografías y regresar en 2014 para exhibir el resultado (en un lugar por definir), además de una compilación de su obra que ya suma intervenciones de desnudos en países como Francia, España, Inglaterra, Irlanda y México. Su última serie fue en 2011, en Israel, donde reunió a mil personas flotando en el Mar Muerto.

¿Cómo ha evolucionado su trabajo desde 2002?

Esos fueron mis inicios trabajando con mucha gente y el tiempo me ha dado experiencia. Ahora tengo mayor control y manejo. Todo se hace por internet, convocamos a la gente y le damos instrucciones específicas de lo que tiene que hacer y llevar. Todo es más ordenado. Mi trabajo se ha hecho más conocido y eso atrae más financiamiento, lo  que me permite hacer los proyectos que yo quiero. Por eso vine a Chile. No para romper un récord, me interesa enfocarme en el resultado artístico.

En 2004 intentó volver a Chile, pero no resultó. ¿Por qué?

Hasta ahora no había una institución interesada ni apropiada con la que hacer mi trabajo. Me gusta trabajar con museos o instituciones ligadas al arte, de otra forma los proyectos no resultan bien. El año pasado estuve en la Feria Chaco con mi amigo, el curador Christian Viveros-Fauné, e inciamos las conversaciones con ARTV. Ahora trabajamos juntos en este proyecto.

Las inicios de Tunick fueron en 1994, cuando el fotógrafo reunió a 28 amigos en una calle de Manhattan y los fotografió desnudos. Terminó preso. Luego de cinco detenciones, el fotógrafo acabó en la corte enfrentándose a Rudolph Giuliani, el conservador alcalde de Nueva York. Ganó el caso esgrimiendo la tercera enmienda sobre libertad de expresión.

¿Le interesa que su trabajo tenga un contenido político?

Cuando me enfrenté a Giuliani tuve la suerte de que una jueza de la Corte Suprema conocía muy bien mi trabajo. ¿Quién es esta mujer?, pensé yo. Ella me dijo: está muy bien, simplemente no lo hagas frente a nuestro edificio. Entendí el mensaje. Desde ese momento me alejé de lo abiertamente político. Mi trabajo está más bien al borde de lo social y muchas veces es puramente abstracto. Ahora último estoy trabajando mucho con cuerpos pintados, en el interior de museos, parajes naturales y campos de color.

¿Cuáles han sido los proyectos que más le han gustado?

Creo que hay dos vertientes. Está el trabajo con mucha gente en Chile o  en México, donde se reunieron 18 mil personas en el zócalo. Esas experiencias fueron increíbles. También Caracas en 2006 fue impresionante. Pero los trabajos con no más de 200 o 300 personas me agradan mucho.

¿Alguna vez le ha cansado hacer desnudos?

Mi trabajo es de  largo aliento, demoro varios años en crear estas performances y no es fácil. El proceso tanto como el resultado aún me provoca mucha fascinación.

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