Con salida de EE.UU. del TPP Donald Trump inicia nueva era proteccionista

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El mandatario firmó hoy la orden ejecutiva con la que el país abandona el pacto comercial de 12 miembros, incluido Chile. "Es una señal de un freno en la integración global importante", afirmó Alejandro Werner, director para América Latina del FMI.




El 22 de noviembre, es decir, dos semanas después de haber ganado la elección presidencial, Donald Trump publicó un video en el que delineó sus prioridades para sus primeros 100 días al mando de Estados Unidos. El plan incluía retirar al país del Acuerdo Trans-Pacífico (TPP, su sigla en inglés) en su primer día en la Casa Blanca. Y eso fue lo que exactamente hizo hoy.

En su primer día hábil como Presidente, el republicano firmó la orden ejecutiva con la que EE.UU. abandona formalmente el pacto de 12 miembros, incluido Chile, que había sido negociado durante la administración de Barack Obama y que su sucesor había descrito como "un potencial desastre para nuestro país".

"Hemos estado hablando sobre esto por mucho tiempo", aseguró Trump mientras firmaba el documento y agregó que la salida del mayor convenio comercial de las últimas dos décadas era "una gran cosa para el trabajador estadounidense".

Giro proteccionista

Como el TPP nunca fue ratificado por el Congreso estadounidense, el retiro no tendrá un impacto real sobre la economía local, aunque sí indica un giro drástico en la política económica de la principal economía del mundo, que durante las últimas décadas se había caracterizado por reducir las barreras comerciales y expandir los vínculos con otros mercados.

Dan Ikenson, director del Centro Herbert A. Stiefel para Estudios de Política Comercial del Cato Institute, explicó a Bloomberg que "la política comercial de EE.UU. sobre una base bipartidista desde 1934 ha estado orientada hacia la liberalización, el acuerdo y el internacionalismo".

El experto acotó que "nunca el presidente ha sido el que inicia el proteccionismo o ha sido tan vocal sobre volverse hacia adentro".

La acción de Trump implica que el nuevo Ejecutivo desechará la política de acercamiento hacia la región de Asia Pacífico que promovió Obama, vacío que podría ser aprovechado por China.

El país está impulsando la Asociación Económica Regional Integral (RCEP, su sigla en inglés), un acuerdo megaregional negociado entre los 10 miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) y otras seis economías: Australia, China, Corea del Sur, India, Japón y Nueva Zelandia.

"Es una señal de un freno en la integración global importante", comentó hoy Alejandro Werner, director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional.

Si bien los tres países latinoamericanos que eran integrantes del TPP -Chile, México y Perú- ya cuentan con tratados de libre comercio con varios de los socios de dicho bloque, la salida de Estados Unidos significa que ya no se materializarán las mejoras proyectadas para sectores específicos.

"Claramente, los efectos positivos que considerábamos en el mediano plazo que podían contribuir a una aceleración en el crecimiento potencial de algunas de estas economías, no se darán", declaró Werner.

Nafta

Se esperaba que Trump también firmara la orden para iniciar la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Nafta), que reúne a Canadá, Estados Unidos y México.

El Presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, con quien se reunirá a fin de mes, exigió que el intercambio entre los tres países se mantuviera libre de aranceles y cuotas.

Se espera que hoy Trump se reúna con los jefes de General Motors, Ford y Fiat Chrysler, firmas que han sido criticadas por él por fabricar autos en México y luego venderlos en Estados Unidos.

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