Puntos en la mitad del peligro

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Buena cantidad de chilenos sale a probar suerte a Egipto, Túnez y Turquía, países agitados, con torneos que se disputan en cómodos resorts y bajo estrictas medidas de seguridad.




Cada año, un nutrido grupo de tenistas chilenos viaja por distintos lugares del mundo con la misión de sumar sus primeros puntos para el ranking ATP, mientras que otros lo hacen para intentar mejorar su clasificación.

Durante la primera mitad de esta temporada, los torneos del sur de Europa y del Norte de África se convirtieron en el destino predilecto para una buena cantidad de jugadores. A pesar de lo exótico y de los eventuales peligros que amenazan zonas conflictivas, es una alternativa conveniente.

Sebastián Rivera está radicado en Estados Unidos y dedica su tiempo a entrenar a promesas nacionales e internacionales. Este año viajó a la zona y también aprovechó de jugar algunas clasificaciones y dobles.

"Venir a jugar acá es más fácil que lo que pueda verse en televisión. La seguridad en estos resorts no es tan grande, pero es una vida totalmente ajena a la realidad de los países", afirma.

En su relato también explica cómo opera el sistema: "El tipo que produce los torneos ayuda con wild cards, siempre y cuando te quedes en el hotel oficial, que lógicamente es mucho más caro que los resorts que están al lado. Pero bueno, ése es su negocio y gracias a eso puede hacer tantos torneos".

"Por ejemplo, los resorts todo incluido cuestan 35 dólares, él te cobra 70. Y si no estás con él, no tienes derecho a utilizar las canchas. Sólo el día que juegas. Si pierdes, no puedes entrenar. Y si vas a entrenar, tienes que pagar por utilizar las canchas. Ésa es la póliza de este tipo de torneos. Yo estuve en Egipto, Turquía y Túnez y es igual. Por supuesto es mucho más económico, no pagas pasaje en avión y por 70 dólares al día tienes tres comidas y camas de calidad", agrega.

En estos tres países la cantidad de torneos es asombrosa. Mientras en Chile todavía no hay alguno confirmado, para este año en Turquía se proyectan 39 certámenes para hombres y 33 para mujeres, mientras que en Túnez habrá 33 para varones y 28 para damas.

En tanto, Egipto presenta 27 futuros y 26 ITF, de los cuales 19 se realizarán en Sharm El-Sheikh, una ciudad que en 2015 se vio convulsionada cuando un avión ruso cayó en las cercanías, producto de un atentado que causó la muerte de 224 personas.

Mientras que el año pasado la Federación Internacional de Tenis se vio obligada a cancelar 11 torneos, luego de un fallido intento de golpe de estado en Turquía, argumentando que "la prioridad es preservar la integridad y seguridad de los jugadores". Pero este año todo parece más normal y ayer comenzó el ATP de Antalya.

"Acá en Túnez, en un hotel cercano al torneo, un barco se puso en la playa y disparó con metralleta a toda la gente que estaba ahí, la mayoría turistas. Murieron 130 personas. Da mucho miedo, pasó una vez, las consecuencias son trágicas. Pero tampoco es que se vea mucha violencia. En el resort estás dentro de una burbuja", cuenta Rivera, quien también acompañó a Fernanda Brito, ganadora precisamente este último fin de semana en Hammamet.

Otro trotamundos del circuito es Cristóbal Saavedra, quien hace varias temporadas disputa competencias en esta zona. El oriundo de La Ligua resalta la seguridad que hay en estos eventos: "Jugué en Egipto, Túnez y Turquía. En Túnez y Egipto, los futuros que jugué eran en resorts. En general, ponen buena seguridad afuera, sólo pueden entrar los turistas. Mientras que en Túnez jugué tres torneos en la capital. Ahí ponían detectores, como los que están en los aeropuertos, antes de entrar al club".

La ubicación de los torneos no es casualidad y así lo da a entender Saavedra. "En Turquía se jugó donde se hizo el ATP 250 de Estambul, por lo que había muy buena seguridad", relata. Y luego precisa: "Por lo general los torneos de tenis están bien cubiertos. Se hacen lejos del centro. Los hoteles están muy cerca de los clubes para que no tengas la necesidad de salir a la ciudad a buscar algo".

Daniela Seguel es otra de las habituales en este circuito, pues coincide con la gira a Europa que realiza durante estas fechas. La Pantera comparte la experiencia de sus colegas. "Yo este año fui a Túnez a jugar un US$ 60.000 y un US$ 25.000. Fui porque convenía, ya que había dos torneos seguidos y de buen nivel. Tenemos transporte desde el aeropuerto al club y del hotel al club. Dentro del complejo todo es muy seguro", apunta, junto con resaltar que su decisión se debe también a la escasez de eventos cerca de casa. "En Sudamérica hay muy poco o casi nada, y estos países son una buena opción económica", sostiene.

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