PRO cierra puerta a pacto con la Concertación y pide diálogo con Bachelet

Directiva anunció que Marco Enríquez-Ominami llegará a primera vuelta. Timoneles opositores calificaron de "extraña" la decisión y dijeron sentirse "engañados".




Poco más de un mes después que el presidente del PS, Osvaldo Andrade, recibiera en su oficina a la directiva del Partido Progresista, encabezada por su presidenta, Patricia Morales, y su secretario general, Camilo Lagos, ayer, la colectividad del candidato presidencial Marco Enríquez-Ominami cerró definitivamente las puertas a los acercamientos iniciados con la Concertación con miras a conseguir un eventual acuerdo para las próximas elecciones presidenciales y parlamentarias.

La decisión conocida ayer fue adoptada la tarde del martes entre la dirigencia del partido y el propio ex diputado ex PS.

Tanto Morales como Lagos hicieron pública la determinación bajo el argumento de que ninguno de los partidos -salvo el PS- respondió a la invitación del PRO para abrir un diálogo con el conjunto del conglomerado, con lo que se ratifica la decisión de que Enríquez-Ominami asumirá el desafío de competir en primera vuelta.

En 2009, el ex parlamentario obtuvo el 20,14% de los votos, frente al 29,60% de la carta de la Concertación, Eduardo Frei, quien finalmente fue derrotado por Sebastián Piñera en segunda vuelta.

En junio de ese mismo año abandonó el PS tras enfrentarse duramente a la directiva del senador Camilo Escalona, congelando desde entonces relaciones con el bloque.

Ahora, el comando presidencial del ex diputado se concentrará en una campaña que evitará enfrentar directamente a Michelle Bachelet y en la confección de una lista parlamentaria en la que -en todo caso- no descartan un acuerdo implícito por omisión con la oposición, igual como ocurrió en las pasadas municipales.

El cierre de las conversaciones pone en jaque las aspiraciones de incluir al ex parlamentario en las primarias presidenciales del bloque opositor, lo que era visto como una oportunidad de dar una señal de unidad para derrotar al gobierno de Piñera.

Ayer los dirigentes del PRO acusaron una "nula respuesta" a la invitación mediante carta enviada en febrero pasado por la dirigencia de la colectividad a todos los partidos de la Concertación, además del PC, para reunirse el 15 de marzo.

La controversia se activó la semana pasada, luego que el jefe del PS se comunicara con Morales para advertirle del retraso de la cita con el conjunto del bloque debido a las elecciones de la DC, fijadas para el 17 de marzo.

"La Concertación está en una crisis y no es capaz de entregarle gobernabilidad a los chilenos (...). Nuevamente quedamos esperando", dijo ayer Patricia Morales.

A renglón seguido, los dirigentes ratificaron la decisión de ir a primera vuelta y señalaron su disponibilidad a conversar sólo en el evento de que la ex Presidenta Bachelet lo pidiera.

Los jefes de partido del bloque se mostraron "extrañados" por el anuncio y dijeron no haber sido notificados del cierre de las conversaciones.

"Me temo que fuimos engañados", dijo ayer Andrade, mientras el presidente de la DC apuntó a que Enríquez-Ominami "se está victimizando".

"ME-O no puede seguir jugando a la niña bonita de la fiesta, no es el camino para alcanzar la unidad más amplia para derrotar a la derecha", dijo por su parte el jefe del PPD, Jaime Quintana.

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