Piñera apuesta a evitar confrontación e históricos retoman protagonismo

Acompañado de su esposa, Cecilia Morel -como ha sido la tónica para enfrentar la segunda vuelta-, el ex Presidente Sebastián Piñera asistió ayer al matinal de La Red Hola Chile.

Ahí, volvió a confrontar preguntas sobre la acusación que hizo, el lunes, respecto de que en las elecciones del 19 de noviembre hubo "votos marcados" previamente a favor de Alejandro Guillier y Beatriz Sánchez.

El tema desató una fuerte controversia y fue leído por el comando del ex jefe de Estado como un "error no forzado". En esa línea, Piñera -abordando los dichos de la presidenta de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe, quien calificó el episodio como "innecesario"- reconoció que "dado todo lo que pasó, yo comparto que fue innecesario". De todas formas, el ex mandatario insistió en que hubo una reacción "exagerada" por parte de la Nueva Mayoría.

Tras su participación en el matinal, el ex mandatario se trasladó hasta la radio evangélica Corporación. Ahí, aseguró que "me siento muy interpretado y comparto los valores y el tipo de sociedad que queremos construir en Chile con el mundo evangélico". Además, se comprometió a "perfeccionar la ley de culto, pero no para restringir las libertades".

Su asistencia a la emisora se dio en la antesala del encuentro que sostendrá hoy, a las 12.00, con el ex candidato presidencial José Antonio Kast y representantes de iglesias evangélicas. Esto, con miras a fidelizar a ese electorado para que voten en el balotaje.

Más tarde, Piñera optó por no tener actividades públicas, según dicen algunos miembros del comando, para minimizar el margen de error previo al debate de hoy en la Archi. De hecho, el ex jefe de Estado se trasladó hasta su casa en Las Condes para preparar el foro de esta jornada, donde la apuesta es evitar "caer en el barro" y en discusiones con el candidato de la Fuerza de la

Mayoría, Alejandro Guillier. Además, en su entorno dicen que como el debate es solo entre dos candidatos, se pueden resaltar "más las diferencias" entre ambos, lo que, aseguran, podría beneficiar al ex mandatario en el ámbito de la discusión programática.

Posteriormente, a eso de las 18.30 horas, Piñera participó de una actividad en Peñaflor, organizada por el diputado UDI Juan Antonio Coloma. El encuentro buscó fidelizar votos y conseguir que personas se sumen para ser apoderados de mesa. De hecho, el ex presidente realizará -este sábado a las 10.00, en Ñuñoa- una capacitación de apoderados. Ayer se comenzaron a enviar las invitaciones bajo la consigna "defendamos los votos".

"Vuelven los peces gordos"

Con todo, en el piñerismo aseguran que ya "dieron vuelta la página" de lo que, reconocen, fue una mala semana, debido a la denuncia planteada por Piñera.

Desde el martes el comando apostó por comenzar a instalar otros temas, entre ellos, apuntar a la izquierdización de Guillier, quien al subrayar su idea de garantizar el derecho a la educación de los más jóvenes, sostuvo que "les meteremos la mano en el bolsillo a quienes concentran el ingreso".

Para lograr que la estrategia sea efectiva, sostienen las mismas fuentes, retomaron el protagonismo "los voceros históricos" del piñerismo, entre ellos, Andrés Chadwick y Cecilia Pérez, quienes habían optado por pasar a segunda línea con el objetivo de darle "mayor espacio" al grupo de parlamentarios jóvenes triunfadores de las elecciones del 19 de noviembre que asumieron el rol de voceros. "Vuelven los peces gordos", comentaban algunos ayer en el piñerismo, haciendo alusión a que son "figuras más potentes" para enfrentar los últimos días de campaña.

Pese a esto, aseguran en el piñerismo, los nuevos voceros seguirán teniendo un rol activo en la campaña.

Bajo esta estrategia es que ayer Chadwick y Pérez iniciaron una ofensiva para cuestionar a Guillier. "Está jugando a ser el rey de los izquierdistas, hasta se cree el Che Guevara", manifestó

Chadwick en T13 Radio. Declaraciones que reforzó, durante la tarde, en un punto de prensa.

En tanto, Pérez sostuvo en Mega que "Guillier es un candidato muy frágil, un candidato que no tiene certezas (...), si está siendo proclamado por el Partido Comunista, entonces le gusta el Che Guevara, reivindica la lucha de clases y la incitación al odio".

Las declaraciones del piñerismo apuntan, dicen en el comando, a ubicar a Guillier bien a la izquierda, con miras a atraer a los votos más moderados y de centro.

Guillier adopta discurso triunfalista y busca contrastar las "dos visiones" en juego

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Acompañado de su jefe de campaña, Álvaro Elizalde, y de sus principales colaboradores, llegará hoy hasta el Centro Cultural GAM el candidato presidencial de la Nueva Mayoría, Alejandro Guillier. Una instancia, en la que, según revelan en su comando, se espera que el abanderado les hable a las familias de Chile, destacando -principalmente- los ejes programáticos que incorporó tras la primera vuelta, acogiendo parcialmente propuestas de la DC y el Frente Amplio en temas como educación, pensiones, salud y vivienda, entre otros.

La idea, dicen en el guillierismo, es que el candidato "no se pierda" en atacar a su adversario y, en cambio, propicie un debate de ideas que le haga sentido a la mayoría progresista del país.

La apuesta también es que Guillier refuerce la idea de que en esta elección se juegan dos visiones opuestas sobre el futuro del país y que, en ese sentido, el ex mandatario representaría "más de lo mismo".

En el entorno del abanderado oficialista comentaban ayer que no había tenido tiempo para prepararse para el debate. De hecho, canceló durante la jornada algunas entrevistas y optó por dedicarse a grabar su franja televisiva para luego asistir a la sesión del Senado en Valparaíso. Esto, sin ninguna actividad pública.

En paralelo, sus colaboradores en Santiago, entre ellos Juan Enrique Forch y Harold Correa, preparaban algunas minutas con los principales lineamientos que entregarían más tarde al candidato para el debate.

El foro se da en una semana que en el guillierismo analizan como favorable para el senador independiente. En el entorno del candidato dicen que la controversia que provocaron las acusaciones de Piñera sobre supuestas papeletas marcadas en favor del senador y de Beatriz Sánchez dejó en un mal pie al ex mandatario y terminó favoreciendo -dicen- al senador independiente.

En los últimos días, Guillier aprovechó la polémica para cuestionar fuertemente a su contendor e, incluso, adoptó un discurso triunfalista, asegurando que las declaraciones de Piñera habrían respondido a que "está confundido, porque presiente la derrota" y a que en la campaña "se dio vuelta la tortilla". Esto, proyectando un escenario opuesto al de hace un par de meses, cuando en varios sectores del oficialismo se instalaba una suerte de pesimismo.

En todo caso, ayer Guillier evitó cuestionar al piñerismo. "Estoy con una campaña presidencial de cara a la ciudadanía y no contestando a voceros", dijo, consultado por las palabras del jefe de campaña del ex presidente, Andrés Chadwick, quien lo comparó con Ernesto Che Guevara. "Estamos en una etapa en que no podemos estar jugando a tirar moscas en la sopa, por favor.

Estamos a menos de dos semanas de elegir Presidente de Chile, y el país necesita que aclaremos las posturas. Doy por superado el incidente. Piñera, a su manera, se dio 10 vueltas en el aire, pero al final reconoce que el sistema electoral funcionó bien", sostuvo Guillier, evitando ahondar en las críticas a su contendor y agregando que "doy por entendido que fue un traspié, un error, y sigamos adelante".

A lo anterior se suma que a pesar de las críticas que recibió por parte del empresariado -tras decir que "les meteremos la mano en el bolsillo a quienes concentran el ingreso para que ayuden a hacer patria alguna vez"-, sus declaraciones no fueron mal evaluadas al interior de su comando. Para algunos, de hecho, más que un error, la polémica fue considerada como favorable para Guillier, en el entendido de que su discurso le permitiría conectar más aún con el votante progresista y de izquierda.

Pese a eso, el ministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre, dijo ayer que "subir el nivel del debate, evitar descalificaciones, evitar este lenguaje por ambos lados es algo deseable". Y agregó: "En general, los inversionistas quieren reglas claras y para eso quieren entender bien cuáles son los debates de fondo, más que los adjetivos".

En medio de este escenario, el senador hizo ayer una autocrítica sobre la forma -pero no el fondo- de sus dichos. "Es un concepto a lo mejor no muy gracioso, pero el fondo de la discusión es que en Chile todos pagamos impuestos. Impuestos no es lucha de clases, sino que justicia social", dijo.