Primer ministro iraquí rechaza abandonar su candidatura a un tercer mandato

"No voy a renunciar jamás a presentar mi candidatura al cargo de primer ministro porque el bloque Estado de Derecho es el más grande", sentenció Al Maliki.




El jefe del Gobierno iraquí, Nouri al Maliki, aseguró hoy que será candidato de nuevo al cargo de primer ministro tras la victoria de su coalición en las últimas elecciones legislativas y prometió defender el país del grupo yihadista Estado Islámico (EI).

"Los votos de los electores me obligan a ser leal a ellos y apoyarles en este sufrimiento que atraviesa Irak. No me permito traicionarlos o abandonar esta responsabilidad que me han atribuido", dijo Al Maliki en un comunicado.

Recordó que las elecciones del pasado abril fueron "transparentes" y subrayó que su coalición Estado de Derecho logró una "victoria aplastante" al conseguir 92 diputados de los 328 que tiene la cámara.

Este triunfo no le da la mayoría y le obliga a pactar con otros grupos para formar gobierno, lo que se antoja difícil ya que muchas fuerzas políticas piden ahora un gabinete de unidad nacional y la salida de Al Maliki.

"No voy a renunciar jamás a presentar mi candidatura al cargo de primer ministro porque el bloque Estado de Derecho es el más grande y debe ocupar ese puesto. Ninguna parte tiene derecho a poner condiciones, porque eso significa una dictadura", advirtió.

Sobre la ofensiva insurgente, aseguró que seguirá siendo "un soldado que defiende los intereses de Irak y de su pueblo frente a la organización terrorista Estado Islámico y sus aliados baazistas que tienen agendas externas".

"Me he comprometido ante Dios a que voy a seguir luchando junto a las fuerzas armadas y a los voluntarios hasta derrotar definitivamente a los enemigos de Irak", agregó, para señalar que su retirada del campo de batalla sería una "traición".

El conflicto iraquí adquirió una nueva dimensión el pasado domingo con la proclamación por parte del Estado Islámico de un califato que abarca desde la provincia siria de Alepo a la iraquí de Diyala. 

Pese a esta amenaza, las fuerzas políticas no llegan a un consenso, lo que quedó demostrado hace cuatro días, cuando el Parlamento iraquí fracasó en su primera reunión para elegir al presidente y los vicepresidentes de la cámara.

Según los plazos constitucionales, una vez elegidos estos dos cargos, la Cámara tiene 30 días para escoger al presidente de la República.

El jefe de Estado tiene a su vez 15 días para encargar al bloque político con mayoría designar al nuevo primer ministro, que debe formar gobierno en el plazo de 30 días.

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