Presidenta UDI pide sacar a funcionarios "políticos" a pesar de costos económicos

Un llamado a que los funcionarios que ocupan cargos de confianza política-entre ellos jefes de servicio- dejen sus puestos realizó el pasado sábado, en Los Ángeles, la senadora por el Biobío y presidenta de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe.

"Es como si tú tuvieras un negocio, no puedes dejar a cargo de tu negocio a quienes tenían la competencia. A lo mejor pueden poner su cabeza, pero no su corazón. Nosotros queremos que no pongan solo la cabeza, sino también su corazón en el desarrollo de su labor", planteó la legisladora luego de un encuentro con militantes UDI en Los Ángeles, y donde fue consultada por los inconvenientes que ha tenido la gobernadora de la provincia de Biobío, María Teresa Browne, para contratar a profesionales de apoyo a su gestión.

Sus dichos se dan pocos días después de que se complete un mes del inicio del segundo gobierno de Piñera. El proceso de instalación, han comentado, ha sido "complejo" a nivel administrativo por la dificultad de contratar a nuevos funcionarios. Además, el tema se ha complejizado por los dictámenes de Contraloría y de la Corte Suprema. Uno de estos últimos resolvió que existen restricciones para poner término a los empleos a contrata para personas que han tenido renovaciones por más de dos periodos.

En ese contexto, la senadora UDI, al ser consultada por La Tercera, planteó que "todos los cargos de confianza política, todos tienen que salir. O sea, a mí me llama la atención que haya jefes de gabinete, que haya cargos de confianza política, cargos que son claves en cada gobierno para poder darle un sello particular a quien ganó, no sean capaces de dar un paso al costado".

La senadora, además, aseguró que "cargos como directores de servicio me parece a mí que son personas que debiesen dar un paso al costado".

"(Me refiero) a los cargos de confianza política, a aquellos que tienen que aplicar políticas públicas (...), porque tienes que creer en ese proyecto político si vas a ser quien impulsa esas políticas públicas", agregó.

En relación a los costos económicos en que incurriría el Estado al despedir a estos funcionarios, la presidenta gremialista planteó que "evidentemente que eso va a tener un costo económico, pero yo creo acá que la gente optó por un cambio y, por lo tanto, para poder llevar adelante ese cambio lo que se requiere es personas que estén disponibles para hacerlo".

Sus dichos fueron cuestionados desde la oposición.

"Aquí existe la Alta Dirección Pública (ADP), por lo tanto, todas aquellas personas que postularon, se sometieron a un proceso y reglas del juego que fueron claras y se tienen que respetar. Distinto es que si el actual gobierno de derecha toma una decisión distinta hoy, hay que indemnizarlos. Pero el tema de fondo es ser más honestos, pedir una modificación y que este tema se legisle a futuro y terminar con esta hipocresía", planteó el presidente del Partido Radical (PR), Ernesto Velasco.

En tanto, Andrés Santander, secretario general del Partido Socialista, dijo que "estoy de acuerdo respecto de que los funcionarios de confianza deber dar un paso al costado. El problema es que la UDI, fiel a su historia, lo usa como una excusa para despedir arbitrariamente a cientos de trabajadores y traer de vuelta a sus operadores politicos".

"Cuando se realizó la modernización del Estado y se crearon los cargos bajo la Alta Dirección Pública, siempre se entendió que los cargos de confianza política se reducían. Por lo tanto, pretender que todos los que entren al gobierno o todos quienes sean parte del aparato público tienen que pensar como el gobierno de turno es francamente no entender nada", indicó el senador PPD Jaime Quintana.