Precios en quioscos de colegios subirían casi un 25% por oferta de productos saludables

A contar del martes, los recintos no podrán ofrecer golosinas, por la vigencia de Ley de Etiquetado. Valores de frutas y alimentos sin el sello negro superan a tradicional colación de snacks dulces o salados.




Un 25% más costará, en promedio, comprar una colación al interior de los colegios a contar del martes. Eso, por la vigencia de la Ley de Etiquetado, que prohíbe que allí se vendan productos altos en sodio, azúcar, grasas y calorías, obligando a convertir los quioscos en recintos saludables, dejando fuera los alimentos que tengan el sello negro que advierte el exceso de nutrientes críticos.

Así, si antes los niños encontraban productos por $ 100 o $ 150, como paquetes de galletas, chocolates o paletas de caramelo, hoy lo más barato es una fruta pequeña, a $ 200.

Eso advierten apoderados y encargados de kioskos saludables ubicados en establecimientos educacionales de la Región Metropolitana. Eso ha llevado a que los locales, que por años ofrecieron papas fritas, pasteles, bebidas azucaradas, snacks, completos e incluso sopaipillas, tuvieran que renovar su stock con productos más saludables, dando paso a las frutas, bebidas bajas en azúcar, agua mineral, barritas de cereal y frutos secos, entre otros.

Pero si bien son bajos en nutrientes críticos, tienen un precio mayor. Así lo afirma María Angélica Meza, quien atiende un quiosco al interior del Colegio Vicente Reyes de Maipú, donde abundan los cereales de arroz inflado, las frutas, las barritas de cereal y los jugos.  "En este minuto yo vendo la mitad de lo que vendía antes, y al ser productos más caros, el margen de ganancia es menor. Un jugo que me cuesta $ 310 sólo lo puedo vender a $ 400, no más caro que eso", explica

Los precios en los nuevos quioscos saludables van desde los $ 200 para una fruta hasta los $ 700 que cuesta una bebida sin azúcar, light o zero, mientras que los yogurt están entre los $ 300 y $ 500, y una leche con sabor a $ 350.

Algo más contundente, que iguale la saciedad que deja un paquete de galletas, como un queque de avena y zanahoria, cuesta $ 400 y una bolsita  con frutos secos $ 350.

Gladys Valdivia lleva 15 años a cargo del quiosco escolar en el Colegio Guillermo Zañartu de Ñuñoa. Explica que los precios a los que ofrece sus productos "no pueden superar los $ 500, porque los niños no pueden pagar más". Agrega que "desde sus casas llegan con las mochilas llenas de comida chatarra. Ahí debiera haber una mayor sintonía entre el profesor y el apoderado".

Omar Letis, concesionario de los quioscos del Colegio Pedro de Valdivia de Las Condes y Peñalolén, explicó que sus ventas han bajado un 30% desde que erradicaron los snacks dulces y salados, en parte, "porque los niños están trayendo más colación de afuera, uno lo ve en los recreos y en la basura".

Agrega que "lo que ya estamos viendo y es probable que se acreciente es el mercado negro. Los mismos niños venden los productos prohibidos, lo que afecta a los quioscos y la cultura que quieren implementar las autoridades con esta ley".

¿Colaciones más caras?

La norma que prohíbe la comida alta en nutrientes críticos al interior de los colegios, exceptúa las colaciones que envían los padres a sus hijos. Sin embargo, los establecimientos están trabajando con los apoderados para que éstos prefieran la comida saludable a la comida chatarra.

Es el caso de Valeska Orellana, apoderada de dos hijas, de cinco y ocho años, del American College de Villa Alemana, quien, admite, debe desembolsar más por esta opción. "La colación saludable es más cara. Yo gastaba $ 15 mil a la semana y ahora gasto $ 20 mil para las dos niñas", explica.

Esto ha generado que los apoderados opten por preparaciones hechas en casa, "que pueden llegar a ser un 50% más baratas", dice Talía Vilches, mamá de Giuseppe de ocho años, que estudia en el Colegio Eduardo Frei Montalva de Ñuñoa. Agrega que "un sándwich con jamón tiene un valor de $ 150 o $ 200, mientras que un paquete de papas fritas $ 450 y de ahí para arriba. Un paquete de cabritas altas en azúcar cuesta $ 500, pero si yo las hago y les pongo endulzante, me cuestan $ 300", explica.

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