Plan de Obama contra grupo yihadista durará 3 años

La lucha ideada por Washington contra el grupo extremista culminaría después de que Obama deje el poder, en enero de 2017.




No será como la fallida operación de los comandos estadounidenses en Mogadiscio, la capital de Somalía en 1993. Tampoco como el bombardeo aéreo en Yugoslavia en 1999, ni como las invasiones a Afganistán (2001) o a Irak (2003) -que incluyeron tropas terrestres-, ni tampoco como lo ocurrido en Libia en 2011, cuando EE.UU. tuvo un papel secundario en la caída de Muammar Gaddafi. La arremetida de Washington contra el Estado Islámico (EI) en Irak y Siria, buscará una variante distinta.

El Presidente norteamericano Barack Obama anunciará mañana la nueva ofensiva contra los yihadistas, en un discurso previo al nuevo aniversario de los atentados del 11 de septiembre de 2001. Sin embargo, el diario The New York Times reveló ayer que la estrategia contra el EI tendrá tres fases y que podría tomar al menos tres años, es decir, concluiría después de que Barack Obama deje el poder, en enero de 2017.

De acuerdo con esta versión, la primera fase ya está en curso, con las 145 incursiones aéreas que hasta ahora ha lanzado EE.UU. en el norte de Irak. En represalia, el EI decapitó recientemente a dos periodistas estadounidenses que fueron tomados como rehenes en Siria.

El objetivo de esta primera etapa ha sido proteger a las minorías étnicas y religiosas del norte de Irak, como el caso de los kurdos y los yazidíes. Además, la idea es que los bombardeos aéreos hagan retroceder a los extremistas sunitas de estas áreas. En las últimas semanas también había surgido la versión de que Obama estaría planificando incursiones aéreas en el este de Siria -donde el EI también es poderoso-, con la venia del régimen de Basher Assad.

La segunda fase comenzaría una vez que se consolide el nuevo gobierno de Irak, que se espera sea mucho más inclusivo que la gestión del chiita Nuri al Mailiki, acusado de excluir a los sunitas. El objetivo de este segundo paso sería entrenar, asesorar o equipar al Ejército iraquí, pero también a los guerrilleros kurdos y miembros de tribus sunitas que rechazan el extremismo del EI.

La tercera fase se espera sea la más controvertida de todas, ya que tiene como objetivo la destrucción de los santuarios del Estado Islámico en Siria. Los estrategas del Pentágono estiman que esta ofensiva militar tomaría al menos 36 meses.

ALIADOS

La semana pasada, Obama generó un mar de críticas tras señalar que "no tenemos todavía una estrategia" para enfrentar al EI. Según el Times, la estrategia del Presidente es totalmente diferente a las incursiones que, por ejemplo, se realizan en Yemen o Pakistán con drones. Para derrocar al EI será vital la colaboración con Jordania y Arabia Saudita, pero especialmente con Turquía.

El mensaje que Obama espera transmitir a sus compatriotas es que no se trata de involucrar a los estadounidenses en una nueva guerra de Irak, un conflicto que finalmente se transformó en algo impopular.

"Lo que quiero que la gente entienda es que en el curso de meses estaremos capacitados para golpear sistemáticamente la fuerza" de los yihadistas, "a quienes vamos a vencer", dijo Obama en una entrevista con el programa Meet the Press, de la cadena NBC.

La semana pasada, Obama acordó con sus pares de la OTAN abordar en conjunto la crisis generada por el Estado Islámico. Hasta ahora, Washington ha logrado el respaldo de 10 aliados.

El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, no quiso adelantarse al anuncio de Obama y solo informó que tendrá las características de las misiones antiterroristas contra Al Qaeda.

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