Peñailillo asegura que Bachelet desconocía nuevos antecedentes de caso Caval

El viernes se conoció una cláusula que posibilitaba a la empresa una utilidad adicional. La postura de La Moneda frente a los negocios de Caval fue cuestionada desde la UDI.




El ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, aseguró ayer que en La Moneda desconocían los contratos complementarios firmados entre Caval y Silca por la venta de tres predios en Machalí, y que podrían permitir una utilidad de al menos $ 1.300 millones adicionales a la empresa de la nuera de la Presidenta Bachelet, Natalia Compagnon.

"No (sabíamos), porque eso está en manos de la justicia. No tiene por qué haber investigaciones paralelas ni nada por el estilo", dijo el ministro al ser consultado por La Tercera específicamente sobre si él y la Mandataria estaban en conocimiento de otros contratos que posibilitarían un aumento de las ganancias de Caval.

La primera semana de febrero, cuando en La Moneda hicieron un control de daños tras publicarse el primer reportaje sobre los negocios de Caval, al hijo de la Mandataria y entonces director sociocultural de Palacio se le preguntó directamente si es que existían otras operaciones financieras tanto relacionadas con la cuestionada operación en Machalí, como en otros rubros. La respuesta que en ese minuto entregó Dávalos al gobierno fue que no.

Peñailillo, quien se refirió a la nueva polémica tras participar en representación del gobierno en la segunda jornada del comité central del PC, agregó que "la Presidenta de la República ha sido muy clara y nítida en separar claramente lo que es la política de los negocios y así lo ha hecho a través de la convocatoria del consejo asesor presidencial. Y es un desafío no sólo del gobierno, sino que un desafío del país. Y hacia allá vamos a avanzar".

A su vez, el ministro de la Segegob, Alvaro Elizalde, llamó a "no adelantar juicios y esperar el resultado de la investigación".

"Lo que el gobierno ha planteado es el total esclarecimiento de estos hechos, y, por tanto, el trabajo debe realizarlo la fiscalía sin interferencias políticas", agregó.

Durante la jornada de ayer, mientras el ministro del Interior participaba en la actividad del PC, la Presidenta Bachelet se encontraba en la Escuela de Aviación, en el marco de la conmemoración del aniversario 85 de la Fuerza Aérea.

En la oportunidad, la Mandataria evitó el contacto con la prensa.

Desde la oposición, en tanto, cuestionaron la postura de La Moneda frente a los negocios de la empresa perteneciente a la nuera de la Mandataria.

"Esperamos que la Presidenta no se haya enterado nuevamente por la prensa de este nuevo negocio de su hijo y nuera (...). Al parecer, no dimensiona lo grave de la situación", afirmó el diputado de la UDI Felipe Ward.

Según el legislador gremialista, la situación es complicada, sobre todo porque la Mandataria debe liderar la agenda modernizadora de transparencia y probidad comprometida por el gobierno.

"Si la Presidenta no es capaz de enterarse de lo que hace su propia familia, menos podrá saber qué están haciendo sus ministros", afirmó Ward.

LA DESCONOCIDA CLÁUSULA

Según publicó el viernes revista Qué Pasa, a través de un contrato privado entre Mauricio Valero (socio de la nuera de Bachelet en Caval) y el empresario Hugo Silva (comprador de los predios en Machalí), con fecha 5 de febrero se entregó a la empresa Inmobiliaria e Inversiones FVM -de propiedad de Valero- la atribución de poder vender a un tercero los terrenos traspasados originalmente a Silva por $ 9.500 millones y que permitieron a Caval una ganancia en torno a los $ 2.500 millones.

El contrato establecía que la operación debería concretarse en el plazo de un año y por un monto no menor a $ 14.700 millones (600 mil UF), cifra que se explicaría por un cambio en la normativa de uso de suelo que se esperaba para la zona.

Según el documento, el negocio aseguraba a Valero un 26% de las utilidades que se consiguieran por la potencial nueva venta, es decir, poco más de $ 1.300 millones si la transacción fuese de $ 14.700 millones (descontando los $ 9.500 millones originalmente pagados) y de unos $ 3.800 millones para Silva.

Además, se estipulaba que el contrato suscrito por Valero sólo podría traspasarse a otra sociedad representada y controlada por él, siendo Caval la única otra sociedad del empresario.

Con todo, Hugo Silva mantiene una querella por estafa contra los propietarios de Caval.

Además, en el marco de otra investigación por posible tráfico de influencias y uso de información privilegiada, el fiscal Luis Toledo incautó esta semana un cheque por $ 2.000 millones que la empresa de Silva había entregado en parte de pago a Caval por los terrenos en Machalí.

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