Papas peruanas podrían alimentar a los astronautas de la EEI




Una universidad limeña entregará muestras de papas peruanas para alimentar a los habitantes de la Estación Espacial Internacional (EEI).

El proyecto fue expuesto por el rector de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) de Perú, Aurelio Padilla, quien explicó que la idea se le ocurrió al saber que un grupo de diez cosmonautas internacionales hará un largo viaje de tres años hacia Marte en alguna fecha a partir de 2013.

Pero para llegar hasta ahí, primero habrá que probar cómo responde la reconocida papa peruana a las condiciones de "gravedad cero", y qué mejor que hacerlo en la Estación Espacial Internacional que rota alrededor de la Tierra con un grupo de seis científicos a bordo.

La UNI, que desde hace años trabaja en varios programas de colaboración espacial con la Universidad rusa de Kursk, ha propuesto a ésta que los próximos astronautas de esa nacionalidad que se incorporen a la Estación lleven muestras de papas peruanas para saber cómo se aclimatan a las condiciones estratosféricas.

La Estación Espacial Internacional, que mide 100 metros de largo por 80 de ancho, es una especie de "laboratorio flotante" que rota alrededor de la Tierra a unos 360 kilómetros de altitud, la cual recoge información sobre el espacio y también sobre el comportamiento del cuerpo humano y de otros organismos vivos en condiciones de ausencia de gravedad.

Padilla aseguró que en esta estación ya se han cultivado plantas parecidas a las lechugas y que animales como las codornices y alguna especie de lagartos se han podido aclimatar, por lo que él se animó a exportar hasta el espacio el producto peruano de bandera.

Si la papa no prosperase en forma de planta, siempre existe la posibilidad de deshidratarla en la tierra como se hace en los Andes con el llamado "chuño" y enviarla de este modo al espacio, donde más tarde sería rehidratada por los astronautas, comentó Padilla.

COMUNICACION ESPACIAL
La UNI desarrolló también un experimento que consistió en la conexión por radiosatélite con los inquilinos de la Estación gracias a la asistencia de cosmonautas de la Universidad de Kursk presentes en Lima y que ya han vivido en el espacio.

Uno de estos últimos, Valeryan Pikkiev, explicó a los asistentes cómo se vive a bordo de la estación, con los alimentos y cualquier otro objeto flotando en el espacio por la ausencia de gravedad, y mostró espectaculares imágenes de distintos rincones de la Tierra tomadas desde el espacio.

Explicó que la Estación rota a una velocidad de 28.000 kilómetros por hora alrededor de la Tierra, razón por la cual sus habitantes ven amanecer y atardecer 16 veces en un día, o mejor dicho, en  24 horas.

Por esa razón, los astronautas se han impuesto un estricto programa y horario de comidas siempre preparadas y precocinadas, de actividades y de conexiones con la Tierra.

Las condiciones de vida a bordo de la Estación son tan exigentes que los cosmonautas se quedan por periodos de tres a seis meses (solo en algunas ocasiones han llegado a aguantar un año entero), y ello tras pasar un duro periodo de entrenamiento.

En la conexión establecida desde los locales de la UNI, el rector explicó a uno de los cosmonautas rusos, Gennady Ivanovic Padalka, cuál era su proyecto para cultivar papas espaciales. El ingeniero Padalka, que ya visitó Perú en su juventud y conoce sus papas, se mostró "encantado" de llevar adelante ese proyecto.

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