Ola de críticas al Papa por aprobar golpes a los hijos para corregirlos

El comentario, que pasó casi desapercibido, generó duras críticas por parte de autoridades y organizaciones de Alemania y Reino Unido.




Las declaraciones del Papa Francisco con las que aprobó el miércoles que un padre golpee a los hijos para educarlos, desataron una ola de críticas, en particular en Alemania y Reino Unido.

"Un buen padre 'sabe esperar, y sabe perdonar', desde el fondo de su corazón; ciertamente también sabe corregir con firmeza... El padre que sabe cómo  corregir sin humillar es el mismo que sabe proteger sin ahorrar esfuerzos",  aseguró el papa tras dedicar la audiencia general a la figura del padre.

Improvisando, como ocurre a menudo, Francisco agregó: "Una vez, en una  reunión, escuché a un padre que confesaba que en ocasiones tiene que pegarle a  los hijos, pero nunca en la cara para no humillarlos. Qué lindo. Tiene algo de  dignidad. Tiene que castigar, pero de manera justa", añadió.

El comentario, que pasó casi desapercibido, generó duras críticas por parte  de autoridades y organizaciones de Alemania y Reino Unido.

"Ningún golpe a un niño es digno. Que sea claro. Toda violencia contra los  niños es inaceptable", declaró la ministra alemana para la Familia, Manuela  Schwesig al diario Die Welt.

La asociación alemana Aide solicitó al pontífice que corrija lo que  considera un error.

"Este papa es particularmente humano y como todo ser humano puede cometer  errores (...) Esa declaración está completamente fuera de lugar", escribió.

Para Peter Saunders, fundador de la asociación inglesa contra la pedofilia  y miembro de la comisión vaticana para la protección de la infancia, se trata  de una declaración "inapropiada".

"Me sorprendió que haya hecho esa declaración, aún si en ocasiones mete la pata", reconoció Saunders al margen de la primera reunión de la comisión  vaticana a la que pertenece.

El papa Francisco tiene una concepción muy tradicional de la familia y de  la educación, defiende la combinación de dulzura y firmeza y suele criticar a  los padres que se comportan como dictadores o como amigos.

No se trata de la primera "salida" inconveniente del pontífice argentino.

En enero, al hablar de los límites de la libertad de expresión con los  periodistas que lo acompañaban en el vuelo papal, aseguró que quien insulte a  su madre se merece "un puñetazo", desatando una ola de controversias.

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