Netanyahu: "Israel seguirá construyendo en Jerusalén y en todo lugar del mapa de los intereses estratégicos del Estado"

El premier israelí afirmó que "no se establecerá un Estado Palestino sin un relativo acuerdo sobre la seguridad de los ciudadanos israelíes ni antes de que la Autoridad Palestina reconozca a Israel como Estado del pueblo judío", generando preocupación en el secretario general de la ONU.




El premier israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó hoy que "Israel seguirá construyendo en Jerusalén y en todo lugar del mapa de los intereses estratégicos del Estado" de su país, un anuncio que fue recibido con "gran preocupación" por parte del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.

Netanyahu destacó que la acción "unilateral de la Autoridad Nacional Palestina en la ONU es una imprudente violación de los acuerdos firmados", según reportó Ynet.

"No se establecerá un Estado Palestino sin un relativo acuerdo sobre la seguridad de los ciudadanos israelíes ni antes de que la Autoridad Palestina reconozca a Israel como Estado del pueblo judío y declare el fin del conflicto", detalló el premier. 

El gobierno israelí anunció hoy la confiscación de 92 millones de euros destinados a pagar salarios de empleados estatales, provenientes de impuestos que recauda en nombre de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), una represalia anticipada antes de la votación en Naciones Unidas.

"Habíamos avisado de antemano que lo que iban hacer no quedaría sin respuesta. No tengo intención de traspasar este mes el dinero a la Autoridad Palestina. Voy a usarlo para pagar sus deudas que debe a la compañía de electricidad y otros organismos israelíes", ha declarado el ministro de Economía, Yuval Steinitz.

Frente al anuncio de levantar 3.000 nuevas viviendas israelíes en Jerusalén Este y Cisjordania, el número uno de la ONU expresó "gran preocupación" y aseguró que esto sería "un golpe fatal para las posibilidades mínimas de llegar a la solución de los dos Estados. 

La idea de Israel es construir en el territorio E1, entre Jerusalén y Maaleh Adumim, único corredor entre el norte y el sur de Cisjordania.

Por lo tanto Ban invitó a las partes a retomar las negociaciones, exhortándolos a abstenerse de actos provocadores.

En coincidencia con el secretario de la ONU, la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, pidió a Israel desde Bruselas que retroceda en sus planes de construir 3.000 nuevas viviendas, pues representan un "obstáculo para la paz".

"La Unión Europea (UE) ha repetidamente afirmado que la expansión de los asentamientos es ilegal según el derecho internacional", advirtió Ashton.

La funcionaria europea pidió al gobierno de Israel que "muestre su compromiso con una reanudación de las negociaciones de paz" dejando de lado "este proyecto" de construcciones.

La decisión de acelerar la construcción de asentamientos es otra prueba de que el gobierno de Israel no está interesado en la paz, dijo Fahmi Al-Zaarer, alto dirigente de Al Fatah, citado por la agencia palestina Maan.

Al-Zaarer, vicepresidente del consejo de ministros de Al Fatah, el partido del presidente palestino Mahmud Abbas, dijo que la decisión de Israel no hace mella en la resolución de la ONU ni debilita la postura palestina.

El aumento de los asentamientos ilegales en los Territorios Palestinos ocupados y en Jerusalén Este es la prueba de que "la paz es sólo un eslogan (para Israel), de modo de ganar tiempo para confiscar otras tierras". 

Maan reportó la intervención al canal Palestine Tv del representante de la OLP para los Asuntos de Jerusalén, Ahmad Qurai, según el cual la decisión israelí de construir una zona de unión entre Jerusalén Este y los asentamientos de Cisjordania es un "desafío a la opinión mundial".

Qurai dijo que el proyecto anunciado de la construcción de  3.000 casas en la llamada zona E1 tendría como efecto "cerrar" Jerusalén Este, que los palestinos reclaman como capital de su futuro estado independiente.

El gobierno israelí, en tanto, bloqueó las transferencias de los impuestos hacia la ANP -previsto por los acuerdos de paz de Oslo- en un intento de arruinar la fiesta en Ramallah, el día después de que Abbas regresó "ganador" a su patria, tras el voto abrumador de la Asamblea General de la ONU al reconocimiento de Palestina como Estado observador no miembro.

La resolución aprobada por la ONU, sin embargo, fue rechazada por el gobierno israelí, el cual se reunió hoy en Jerusalén, según el cual "el pueblo judío tiene un natural, histórico y legal derecho en relación a su tierra natal y a Jerusalén como su capital".

"La resolución (de la ONU) no servirá como base para futuras negociaciones ni proporciona un camino para una solución pacífica", advirtió la nota oficial israelí.

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