Narran horrores de masacre filipina

Un testigo vinculó a un alcalde de la provincia de Maguindanao con el asesinato de 57 personas, ocurrido el año pasado.




Un tribunal de Filipinas escuchó el primer testimonio contra el principal sospechoso de una masacre ocurrida en el sur del país en noviembre de 2009.

57 personas fueron emboscadas y asesinadas, en una presunta vendetta política que estremeció al país.

El vice alcalde del pueblo de Ampatuan, en la isla de Mindanao, Rasul Sangki, le dijo al jurado que había visto al alcalde, Andal Ampatuan Jr, dispararles de cerca a varias personas.

El alcalde, heredero de un poderoso clan musulmán, se declaró inocente de 41 cargos de asesinato y pidió que lo liberaran bajo fianza. En el ataque murieron varios miembros de una familia rival.

Sangki dijo que él vio cómo Ampatuan mató a una mujer y a dos periodistas que viajaban con ella.

Según él, las víctimas estaban pidiendo a gritos que no los asesinaran.

El testigo añadió que el alcalde le pidió que guardara silencio.

FOSA COMUN
Los cadáveres de 57 personas fueron hallados en una fosa común, en una remota zona montañosa de la provincia de Maguindanao.

Entre las víctimas estaba la esposa de un miembro de una familia política rival, Ismael "Toto" Mangudadatu.

Cuando fueron emboscados, ella viajaba con cerca de 30 periodistas para presentar formalmente los documentos de su esposo para postularse como alcalde en una elección local.

Sangki dijo que el alcalde y sus hombres habían organizado el bloqueo de una carretera, donde subieron a las víctimas a un camión, a punta de pistola, para llevarlos a la falda de una montaña, donde los masacraron.

El corresponsal de la BBC Alastair Leithead señaló que la violencia fue tal que estremeció profundamente a la población, incluso en una parte del país donde las ejecuciones y los asesinatos por parte de grupos rivales no son extraños.

Nuestro corresponsal añadió que en Maguindanao es común que milicias armadas actúen como ejércitos privados y que las rivalidades entre familias y la presencia de grupos insurgentes muchas veces resultan en enfrentamientos violentos.

Otros miembros de la familia Ampatuan se encuentran detenidos, por presunta rebelión, pero hasta ahora el alcalde es la única persona acusada formalmente por los asesinatos.

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