Ministro de Finanzas griego confía en alcanzar acuerdo con socios del Eurogrupo

Varufakis reconoció, sin embargo, que todavía existen grandes diferencias en asuntos que el gobierno griego considera claves, como la reforma laboral o la política de privatizaciones.<br>




El ministro de Finanzas griego, Yanis Varufakis, cree que pese a los desacuerdos que todavía hay entre el gobierno de Atenas y sus socios de la eurozona, es posible desarrollar un nuevo acuerdo que sea en beneficio mutuo.

En una entrevista con la edición dominical del periódico griego Kathimerini, Varufakis dijo que los acontecimientos de los últimos días le han dado un suficiente grado de optimismo como para pensar que se puede llegar "a un nuevo acuerdo entre Europa y Grecia, que pondrá fin a una crisis que se autoalimenta y creará una nueva relación de confianza entre nosotros y nuestros socios".

Varufakis reconoció, sin embargo, que todavía existen grandes diferencias en asuntos que el gobierno griego considera claves, como es la reforma laboral o la política de privatizaciones.

Sobre esto último Varufakis explicó que el objetivo del gobierno es pasar de la "lógica de venta (de propiedades estatales) a precios irrisorios a la lógica del fomento", siempre en cooperación con el sector privado y los inversionistas extranjeros".

La nueva política de privatizaciones tiene como objetivo no solo fomentar la actividad económica sino también crear una fuente adicional de ingresos, que permita financiar, por ejemplo, los fondos de pensiones, "brutalmente afectados por la crisis".

Otro punto en el que todavía hay fuertes diferencias, reconoce el ministro, es el que se refiere al programa de ajuste fiscal, concretamente al objetivo del gobierno de Atenas de reducir el objetivo del superávit primario (que excluye el pago de intereses de la deuda) a un 1,5% del Producto Interno Bruto (PIB), en lugar del 3% previsto para este año y del 4,5% para el próximo año.

Para el gobierno de Alexis Tsipras el tema del superávit primario constituye una de las denominadas "líneas rojas", pues espera que el relajamiento de este objetivo podría ayudar a financiar la lucha contra la crisis.

Varufakis insistió en que Grecia no tiene ningún Plan B para el caso de un fracaso de las negociaciones y que acude a ellas con la firme postura de que se puede alcanzar un acuerdo, aunque sea en el último minuto.

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