Miles de niños centroamericanos emigran a EEUU por crisis económica e inseguridad

Según datos procedentes del país norteamericano, desde el 1 de octubre de 2013 al 31 de mayo de 2014 fueron identificados más de 47 mil menores migrantes no acompañados que ingresaron clandestinamente con procedencia de Honduras, Guatemala y El Salvador.




Miles de niños inmigrantes están huyendo de la pobreza y la violencia en Centroamérica y cruzando solos hacia Estados Unidos. Pueden vivir ahí­, asistir a las escuelas públicas y, posiblemente, trabajar en el paí­s durante años sin consecuencias.

Las principales razones de esto es el sobrecargado y profundamente fallido sistema de los tribunales de inmigración y una ley de 2002 que está destinada a proteger el bienestar de los niños, de acuerdo con una investigación de The Associated Press.

Según datos procedentes del país norteamericano, desde el 1 de octubre de 2013 al 31 de mayo de 2014 fueron identificados 47.017 menores migrantes no acompañados que ingresaron clandestinamente a ese país con procedencia de Honduras, Guatemala y El Salvador, y se teme que esa cifra se eleve a 90.000

"La desfachatez con que el gobierno ha actuado frente a esta ignominiosa irresponsabilidad es pasmosa, ya que no toma las medidas adecuadas para superar esta tragedia", dijo el analista Víctor Manuel Ramos, catedrático en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras.

El gobierno estadounidense ha solicitado al Congreso que se destinen 2.000 millones de dólares para hacer frente a esta situación.

"(Los menores) casi nunca regresan a su casa", dijo Gary Mead, quien hasta el año pasado era director de la oficina del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas responsable de encontrar y desalojar a personas que viven sin autorización en el paí­s.

"No es un proceso que al final termine con resoluciones sencillas y claras", agregó.

La situación se percibe ampliamente como una que ha devenido en una crisis humanitaria en la frontera.

El sistema está tan rebasado por la escala del problema que se ha alojado a los menores en instalaciones de la Patrulla Fronteriza mal equipadas para hacerse cargo de ellos.

LA MOLESTIA DE LOS REPUBLICANOS

El representante republicano por Texas Michael McCaul, quien preside la Comisión de Seguridad Interior, describió "nada menos que campamentos de refugiados" en su estado donde una enorme cantidad de niños han llegado ilegalmente.

"Creo que la fallida estrategia de seguridad de la frontera ha dado como resultado esto y creo que el mensaje es que si vienes a Estados Unidos, puedes quedarte, y eso alienta", dijo McCaul a la NBC.

Los republicanos culpan del ingreso de menores a la decisión del Obama en el 2012 de reducir algunas deportaciones de jóvenes ingresados ilegalmente por sus padres al país.

El Gobierno de Obama ha buscado contener el flujo de menores que migran hacia el país invirtiendo en decisiones de deportación más rápidas, así como comprometiendo millones de dólares para mejorar la seguridad en Guatemala y ofreciendo ayuda a jóvenes vulnerables al crimen organizado en El Salvador.

El gobierno solicitó al ejército que abra temporalmente albergues temporales en Texas, Oklahoma y California.

Funcionarios estadounidenses, como el secretario de Seguridad Nacional, el director del consejo de polí­tica interna de la Casa Blanca y el comisionado de Aduanas y Protección Fronteriza, consideran que el aumento del número de cruces fronterizos se debe a las preocupaciones de las familias inmigrantes por la educación, el empleo y seguridad personal.

Hasta hace muy poco tiempo las autoridades reconocieron que también podí­a deberse a la percepción de que se permitirí­a quedarse a estos menores o que el Congreso flexibilizarí­a pronto las leyes federales de inmigración, lo que es muy improbable.

"Esta desinformación hace que algunas personas que están en una situación bastante desesperada arriesguen su vida para venir a la frontera de Estados Unidos con la expectativa de que podrán quedarse en el paí­s. Eso simplemente no es verdad", declaró el viernes el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest.

Por parte de Honduras, una comisión encabezada por la esposa del presidente Juan Orlando Hernández, Ana García, viajará a Estados Unidos, para tratar de localizar a 13.000 niños y adolescentes hondureños que están en albergues tras haber ingresado de forma ilegal a ese país. 

Y en la reunión que el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, sostuvo el viernes con los presidentes de Guatemala, Otto Pérez, y de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén, y el ministro general de Honduras, Jorge Ramón Hernández, el gobierno hondureño planteó la necesidad de que Estados Unidos no deporte a los niños, sino que permita que se reúnan con sus familiares.

El ministro Hernández dijo que se debe seguir una política fundamentada en la "reunificación familiar, por cuanto los niños y adolescentes no sólo deben ser enviados a sus países de origen, sino que debe analizarse la posibilidades que pueden tener de reunirse con sus padres en Estados Unidos".

La Arquidiócesis de Tegucigalpa, a través de un comunicado, hizo un llamado a los gobiernos de la región centroamericana a actuar en conjunto, para que el tema de los niños migrantes sea tratado "dentro del marco de la justicia, de la ley y del derecho a tener familia, casa, hogar, padre y madre".

"Lastimosamente, nuestros países están viviendo un éxodo hacia otros países, no solamente por la problemática social o económica de nuestros pequeños pueblos y naciones, sino que huyendo del crimen organizado o del reclutamiento del que son víctimas los niños y los jóvenes para acciones ilícitas", indicó.

"Primero se fueron los adultos que no encontraban trabajo y oportunidades, dispuestos a arriesgarlo todo con tal de no morirse de hambre. Ahora se van los niños, golpeados por otro azote infernal, atormentados por una desolación que tiene su origen en el tráfico de estupefacientes al mercado del norte de nuestro continente", señaló el comunicado.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.