Los coroneles siguen en marcha

Mientras Chadwick suena como carta de consenso, Longueira se reúne con dirigentes. Novoa desde la Fundación Jaime Guzmán y Coloma desde el Congreso. Los líderes históricos de la UDI siguen ahí, muy lejos del retiro.




El lunes próximo, en la cena que conmemora un año más desde que Jaime Guzmán fuera asesinado en 1991, los llamados coroneles de la UDI, Jovino Novoa, Andrés Chadwick, Pablo Longueira y José Antonio Coloma, se encontrarán de nuevo en una actividad partidaria.

Los anuncios hechos durante el año pasado, de que los tres primeros se retirarían de la política, hicieron pensar al interior del partido que quienes protagonizaron sus decisiones políticas más importantes dejarían que las nuevas generaciones tomaran la posta.

Sin embargo, en las últimas semanas, cada uno, a su manera, activó sus redes y sus liderazgos, consiguiendo que hoy sus influencias se mantengan intactas.

Chadwick, por ejemplo -quien es el único de los coroneles que todavía no ha sido presidente del partido-, ha sonado como carta de consenso para encabezar el partido en  los primeros años de regreso a las filas opositoras. Eso, aparte de que él mismo haya instalado evitar competencia, en declaraciones vertidas a La Segunda.

Aunque Ernesto Silva y Víctor Pérez se enfrentan hoy en una dura competencia -que los mantiene recorriendo el país por sus candidaturas-, surgen voces al interior del partido que postulan al ex titular del Interior como futuro presidente UDI. Uno es el senador -y sucesor de Chadwick en la Región de O'Higgins- Alejandro García-Huidobro, quien afirma a La Tercera que "él es lo que la UDI necesita como presidente".

Otro -menos entusiasta- es su par Hernán Larraín, quien al ser consultado si Chadwick es una posibilidad, antes que jugarse por un nombre apuesta por el consenso. "Esa es la fórmula que la UDI necesita", precisa.

Con todo, Chadwick ha dicho a sus cercanos que no está disponible para asumir el desafío, aunque fuentes cercanas a Longueira advierten que el ex ministro de Economía vería con buenos ojos una irrupción de su ex compañero de gabinete.

Por su parte, el ex senador Novoa -fiel a su postura de dar paso a generaciones jóvenes- tomó posición desde uno de los cuarteles más institucionales de la UDI: la Fundación Jaime Guzmán. Desde allí, Novoa no sólo pretende impulsar la ascendente carrera política del diputado Silva, sino además, contrarrestar toda avanzada "piñerista" que quiera irrumpir en el partido.

A su vez, según describen dirigentes, el ex ministro Longueira se reactiva pausadamente, sosteniendo algunos encuentros privados con parlamentarios. Víctor Pérez, Ernesto Silva, Felipe Ward y el alcalde Rodolfo Carter habrían recibido del ex candidato presidencial recomendaciones políticas y una preocupada visión de hacia dónde va el partido.

Con todo, Coloma es quien hoy ostenta un privilegiado lugar para extender su liderazgo. Al estar en el Congreso, es el principal interlocutor legislativo ante el gobierno. Y en las sombras de la carrera interna, su nombre es considerado el "tapado" en la candidatura que hoy emprende su amigo cercano Víctor Pérez. Aparte de preocuparse por desactivar cualquier duda respecto de que su intención sea volver a la jefatura del partido, su proyecto hoy es liderar el proceso de búsqueda de una carta presidenciable gremialista. Una candidato que dificulte que Piñera se convierta en una temprana alternativa para el partido.

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