Lo que dejó Davos: Tecnológicas hacen mea culpa

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Es el principal foro económico mundial, al que llegan los máximos ejecutivos y accionistas de las grandes empresas, así como también diferentes autoridades políticas internacionales. Y este año el foco se centró en los constantes cuestionamientos a compañías como Google y Facebook, entre otras, las que se comprometieron a realizar cambios en sus políticas.




Durante toda esta semana se realizó en Davos, Suiza, el Foro Económico Mundial, en el que los ejecutivos y accionistas de las principales compañías tecnológicas adoptaron un tono conciliador, reconociendo una nueva realidad para las compañías más grandes del mundo.

A diferencia de años anteriores, en la reunión de la élite global, las empresas se bajaron el perfil y ya no se consideran como motores positivos de crecimiento económico. Lo anterior, porque los gobiernos, los líderes empresariales y el público en general están juzgando el poder e influencia de Silicon Valley con cautela y desconfianza.

"Somos lo mismo que cualquier otra industria", dijo Marc Benioff, fundador de la empresa de software empresarial Salesforce.com Inc., valorada en US$ 82.000 millones, en un panel patrocinado por CNBC. "Servicios financieros, productos de consumo, alimentos: en tecnología, el gobierno tendrá que participar. Hay algo de regulación, pero probablemente tenga que haber más", añadió el ejecutivo.

El examen de conciencia surge en respuesta a las críticas que el sector recibe en todo el mundo por una serie de cuestiones cruciales: la interferencia electoral de grupos patrocinados por Rusia; la difusión de desinformación; la distribución de contenido extremista; las deficiencias de las protecciones de privacidad; las violaciones antimonopolio; la evasión de impuestos y la amenaza de pérdidas masivas de empleos como resultado de los avances de la automatización y la inteligencia artificial.

Como si fuera poco, se suma que hace unas semanas se lanzaron nuevas advertencias sobre los efectos fisiológicos de la tecnología, incluida la adicción a los teléfonos inteligentes y los daños a la salud mental por el uso de las redes sociales.

¿Algo más? Sí, el multimillonario George Soros se unió a esta ola de críticas, ya que considera que plataformas como Google o Facebook "se creen dueñas del universo".

"En realidad son esclavos de la preservación de su posición dominante. Es sólo una cuestión de tiempo antes de que el dominio global de las tecnológicas estadounidenses se rompa. Davos es un buen lugar para anunciar que tienen los días contados, porque las causas de ese final serán la regulación y los impuestos", advirtió.

Dispuestas a pagar más impuestos

Por todo lo anterior es que las compañías aseguraron que quieren trabajar con las autoridades en una variedad de desafíos, incluida la aceptación de impuestos más altos. "En Google, queremos servir a todos los habitantes del mundo, miles de millones de usuarios todos los días, y eso conlleva una gran responsabilidad. Por lo tanto, debemos estar abiertos a los comentarios y relacionarnos más con el mundo exterior", dijo Sundar Pichai, presidente ejecutivo de la firma.

Dara Khosrowshahi, que asumió el cargo de presidente ejecutivo de Uber el año pasado, en medio de varias investigaciones gubernamentales relacionadas con las agresivas tácticas comerciales de la compañía, aprovechó la instancia en Davos para continuar una gira mundial de disculpas.

La autoridad, de la startup de viajes compartidos, tomó atajos en su búsqueda de crecimiento y ahora debe trabajar con reguladores como la autoridad de transporte de Londres, cuya decisión de revocar la licencia de taxi de Uber está siendo apelada. "Tenemos que romper con el pasado", aseguró Khosrowshahi. Mientras que a principios de semana, en Alemania había revelado que "ahora estamos yendo del crecimiento a toda costa, al crecimiento responsable". Además, aseguró que se ha reunido con Jyrki Katainen, vicepresidente de empleo, crecimiento, inversión y competitividad de la Comisión Europea, para conversar la situación de la compañía.

El Foro Económico Mundial es parte de una gira europea más amplia emprendida por muchos ejecutivos tecnológicos esta semana. Así, por ejemplo, Sheryl Sandberg, directora de operaciones de Facebook, prometió en un discurso en Bruselas que la compañía "haría mejor las cosas" para aumentar la privacidad, combatir el discurso de odio y ser más agresiva en la lucha contra los esfuerzos para manipular su plataforma a fin de influir en elecciones.

La preocupación de los banqueros: alza de tasas confundiría a inversionistas

Preocupados. Eso es lo que define la situación actual de los principales banqueros del mundo. Lo anterior, como consecuencia de los paralelismos entre mercados de valores actuales, que están disparados, y la situación de burbuja durante los años anteriores a la crisis subprime.

"El hecho de que los bancos centrales suban las tasas de interés podría estar confundiendo a los inversionistas", aseguraron.

Es que luego de iniciarse la reunión anual del Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, los líderes de Barclays Plc, Citigroup y Carlyle Group expresaron inquietud por el hecho de que la economía mundial más sólida desde 2011 esté volviendo a los mercados financieros complacientes. Con ello, las acciones de todo el mundo ya han subido más de US$ 3 billones este año.

"Hay un entumecimiento, una ambivalencia que es preocupante", dijo el máximo ejecutivo de Citigroup, Michael Corbat. "Cuando llegue el próximo giro, es probable que sea más violento de lo que habría sido si hubiéramos dejado caer algo de presión a lo largo del camino", añadió.

Jes Staley, presidente de Barclays, aseguró que el ambiente optimista le recordaba la víspera de la última crisis de hace una década y que la combinación de acciones en máximos históricos y la volatilidad cerca de mínimos históricos no era "sostenible" a largo plazo. También comentó que podrían surgir problemas si los bancos centrales, como la Reserva Federal de Estados Unidos, aumentan los costos de endeudamiento más rápido de lo que los inversores anticipan.

En tanto, David Rubenstein, de Carlyle, señaló que "la mayor preocupación que tengo es que la mayoría de la gente piensa que no existe el problema de una posible recesión este año o a principios del próximo. Generalmente, cuando la gente está feliz y confiada, sucede algo malo".

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