Llega a librerías el último testimonio de Carrie Fisher

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El Diario de la Princesa, las memorias finales de la fallecida actriz, estarán disponibles desde la próxima semana en Chile.




"Me gustaba ser la princesa Leia. O que la princesa Leia fuese yo. Con el tiempo nos fusionamos en una sola persona; no creo que nadie pueda pensar en Leia sin que yo merodee también por sus pensamientos. Y no estoy hablando sólo de masturbación. Así que la princesa Leia somos dos, en plural", explica Carrie Fisher en las primeras páginas de El diario de la princesa, las últimas memorias de quien interpretara al icónico personaje de la saga Star Wars. Fue justamente durante la promoción del libro, publicado en 2016, que la actriz tuvo un ataque al corazón en un vuelo en diciembre, que terminó por quitarle la vida tras días en coma.

El libro -que estará disponible en Chile en español a partir del 27 de abril, a través de Ediciones B- resulta el último registro escrito de la ácida labia de la actriz, quien además tuvo una prolífica carrera como escritora, publicando cuatro novelas y tres memorias.

El diario de la princesa surge a partir de la actriz encontrando los viejos diarios, notas y poemas que escribió durante la filmación de la primera película de la saga, en 1976. En ellos, más que narrar anécdotas o hacer un recuento cronológico de los acontecimientos detrás de cámaras, Fisher muestra párrafos escritos a modo de corriente de consciencia, que revelan su atormentado estado mental durante su trabajo en esa película, debido a un hecho desconocido hasta la publicación de este libro: su affaire con su co-estrella, Harrison Ford -dando paso a "Carrison", como ella dice-, cuando este era un hombre casado.

Mezclando reflexiones actuales con los escritos de cuatro décadas de antigüedad, Fisher no sólo detalla su compleja relación con Ford, sobre el cual debatía si es que estaba o no enamorada -él definitivamente no se sentía así, explica la actriz-, sino que también repasa sus inicios en Hollywood, el sexismo al que fue sometida, cómo la afectó el ser hija de dos estrellas del entretenimiento -Eddie Fisher y Debbie Reynolds- y lo insegura que era en la época en la que interpretó al papel que cambiaría su vida para siempre.

"Si alguien lee esto una vez que yo haya pasado al gran y malvado más allá, me sentiré póstumamente avergonzada, pasaré toda mi vida de ultratumba sonrojándome", escribe la actriz en una de sus notas de 1976. Probablemente no en serio. Cada fragmento del libro resume lo que fue Carrie Fisher: graciosa, trágica, profunda, triste y ácida a la vez, con una pluma que aspira a vivir para siempre, como el personaje que inmortalizó en pantalla.

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