La severa crisis de la inmigración en el mundo

Según el Acnur, a fines de 2013 había 51,2 millones de personas desplazadas forzosamente en todo el mundo. Los conflictos en Siria, Irak y algunos países de Africa y la violencia en Centroamérica han provocado una oleada de migrantes.




Waleed tenía un buen trabajo en Damasco, Siria, pero la violencia que azota al país hizo que tomara la decisión de buscar nuevas oportunidades en El Cairo, Egipto. Sin embargo, al poco tiempo de su llegada, se dio cuenta de que la ciudad no contaba con los trabajos que esperaba. "Mediante amigos, escuché que por US$ 7.000 un traficante egipcio me llevaría con mi familia hasta Italia y una vez ahí nos iríamos a Suecia", dijo a la cadena France 24. Fue así que tomaron un bote con otros inmigrantes, pero los dejaron en una isla frente a la costa italiana. Permanecieron ahí sin comida ni agua, hasta que fueron rescatados por el Ejército egipcio, que los llevó hasta un centro de detención, donde las personas se enfermaban por las malas condiciones sanitarias.

El caso de Waleed refleja el drama de la inmigración ilegal que se ha acrecentado en los últimos años, debido a que los habitantes de países empobrecidos o que atraviesan conflictos, tanto en Africa como Medio Oriente, y hasta los pertenecientes a la ex Unión Soviética, se han visto obligados a emprender su rumbo -a menudo peligroso- para entrar en Europa con la esperanza de encontrar una mejor vida. Las últimas cifras muestran que, al menos, 103 mil personas entraron ilegalmente a la Unión Europea en 2013 y esa cifra sigue aumentando a medida que crece la violencia en Siria, Irak, Afganistán, Somalia y otros países.

Según la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur), a fines de 2013 había 51,2 millones de personas desplazadas forzosamente en todo el mundo a consecuencia de la persecución, los conflictos, la violencia generalizada o las violaciones a los derechos humanos. De ellas, unos 16,7 millones eran refugiados. Por ejemplo, la crisis en Siria, que comenzó en 2011, ha provocado un éxodo sin precedentes de sus habitantes. En este sentido, el Acnur señala que los refugiados se están registrando en los países vecinos a una tasa de 100 mil por mes. La agencia estima que para fines de este año habrá al menos 3,6 millones de refugiados sirios en la región.

Recientemente, la toma de la localidad de Mosul en Irak, por parte del grupo Estado Islámico de Irak y Siria (Isis), ha provocado severos enfrentamientos y ha forzado la migración de 500 mil personas a mediados del mes pasado dentro de Irak y hacia otros países.

Italia es uno de los países más afectados por los conflictos no sólo en Siria, sino que en otros países en el norte de Africa y Medio Oriente, al ser una de las principales puertas de entrada al continente. Se estima que más de 50.000 inmigrantes ilegales han entrado al país por la vía del Mediterráneo este año, por lo que se espera que superen el récord de 63 mil alcanzado en 2011, en plena Primavera Arabe.

Por otro lado, el conflicto en las regiones del este de Ucrania, donde las fuerzas del gobierno se enfrentan a los activistas prorrusos, ha provocado que sus habitantes busquen mejores condiciones de vida en Rusia. Así, Naciones Unidas calcula que ya son 110 mil personas las que han cruzado desde comienzos de año hasta el viernes pasado.

EL DRAMA CENTROAMERICANO

La situación también es complicada en América Latina. Así es la historia del salvadoreño José Luis Hernández, quien soñaba con llegar a Estados Unidos para cumplir con el "sueño americano". "Mi objetivo era ayudar a mi familia a construir nuestra propia casa, incluso, quizás comprar un auto. Sólo quería una vida mejor", dice el joven de 19 años en una entrevista con la Organización Internacional de Migraciones (OIM). Fue así como se embarcó en lo que se conoce como La Bestia, el tren que recorre desde la ciudad mexicana de Arriaga hasta el norte en Reynosa, justo en la frontera con McAllen, en Texas, Estados Unidos. Sin embargo, la suerte no lo acompañó y se cayó del tren, al quedarse dormido en el techo, por lo que perdió una pierna, un brazo y cuadro dedos de la otra mano. "Quería ayudar a mi familia y ahora soy una carga", señala.

Su historia es una más de los 400 mil migrantes ilegales de Centroamérica que se estima transitan por México en su camino hacia Estados Unidos, según datos de la OIM. De eso da cuenta la reciente crisis en Estados Unidos, debido a la creciente afluencia de inmigrantes indocumentados que cruzan la frontera sur con México. La violencia es, según Washington y numerosos expertos, la causa principal del flujo migratorio hacia el norte. La mayoría proviene de Honduras, El Salvador y Guatemala, y en el último tiempo el fenómeno ha adquirido rostro de niño, ya que muchos de ellos viajan solos o con madres solteras en busca de refugio.

En este sentido, de acuerdo con las cifras del gobierno norteamericano, desde el 1 de octubre de 2013 hasta junio de 2014 fueron identificados más de 52 mil menores migrantes (más del doble que en el mismo período del año anterior) no acompañados que ingresaron clandestinamente al país, y se estima que para fines de año se elevará a unos 70.500 menores. El Presidente de EE.UU., Barack Obama, ya está estudiando acelerar la deportación de los menores procedentes de Centroamérica. Una de las opciones que examina es cambiar una ley de 2008 que exige que la Patrulla Fronteriza entregue al Departamento de Salud a aquellos niños indocumentados que crucen el límite del país y cuya nación de origen no comparta frontera con EE.UU., en lugar de deportarlos de inmediato.

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