La revolución parte en Quilín

ANFP

El actual directorio de la ANFP elaboró una hoja de ruta para los clubes asociados orientada a cambiar la forma de administrar el fútbol chileno. Pese a las buenas intenciones, las 27 medidas que pretenden implementar todavía deben ser aprobadas por el Consejo de Presidentes.




Con orgullo, el tesorero de la ANFP, Aldo Corradossi, exhibe un macizo libro blanco que contiene la carta de navegación que, esperan en Quilín, conduzca los destinos del fútbol chileno. Se trata del Plan Estratégico 2017-2027 con el que la actual directiva de la Corporación encabezada por Arturo Salah busca refundar el balompié local.

Esta hoja de ruta intenta establecer los criterios y nuevos reglamentos con los que se regirá el atribulado organismo, que vivió una de las peores crisis el año 2015 y que, según reconocen en Quilín, ya es parte del pasado.

Se trata de 27 medidas que incluyen nueve frentes que apuntan desde la profesionalización de los clubes que forman parte de la ANFP, hasta incentivar el juego limpio.

Aldo Corradossi, libro en mano, desmenuza este plan, el que pese a estar en pleno conocimiento de los presidentes de los clubes, aún no cuenta con la aprobación de éstos para ponerlo en marcha.

Administración profesional

Es uno de los fundamentos con que parte este plan, el que fue establecido luego de un diagnóstico realizado por Matrix Consulting.

Aldo Corradossi aterriza la idea señalando que "cada club de fútbol que viene con un ADN de corporación, debe adoptar una mirada más de empresa. Ante una mirada más de empresa afloran mejores prácticas administrativas que traen consigo una mayor profesionalización y una mayor responsabilidad".

El directivo asegura que la idea es reglamentar este punto. "Recordemos que acá todos tienen derecho a jugar fútbol, pero hay fútbol profesional y amateur. Si tú quieres pertenecer al profesional debes cumplir con estándares mínimos para poder entregar un espectáculo profesional, no solo frente a tu comunidad, sino también frente a la seguridad de la gente que va al estadio, frente al espectáculo que entregas", establece.

Esta premisa va de la mano de la licencia de clubes que la Conmebol establecerá para todos los equipos que competirán a nivel internacional a partir de 2018, donde será obligatorio cumplir con cinco grandes mundos: deportivo, infraestructura, financiero, administrativo y legal institucional.

Desarrollo fútbol joven

Este año se tomó la decisión de cambiar el formato de campeonato del fútbol juvenil, que venía de un sistema regional que se modificó tres años atrás básicamente para ahorrar costos.

El actual directorio optó por retornar al sistema nacional, donde "los mejores equipos del fútbol joven competirán contra los mejores", señala. "De tal manera que evitaremos que un equipo gane 15 a 0 a otro", agrega Corradossi.

El mismo tesorero adelanta:"Si bien la ANFP hoy se encuentra en una situación deficitaria, se pasó un presupuesto adicional de 800 millones de pesos para tener un mejor campeonato de fútbol joven".

Dentro de las 27 medidas se contempla que la Segunda División profesional también sufra cambios. Aunque todavía resta la aprobación de los clubes, en Quilín ya tienen una propuesta.

"Queremos que a partir del próximo año la división sea Sub 25 y a partir del 2019 sea Sub 23. Con esto buscamos que en ese proceso, donde muchas veces los jugadores no explotan, tengan una división con mejor competencia" indica el directivo.

Campeonato estable

Después de varios intentos por modificar el sistema de campeonato, la actual directiva de la ANFP logró que la propuesta de un torneo anual convenciera al consejo de presidentes del organismo. No obstante, el plan no se queda ahí y asoma algo más ambicioso.

"Nosotros esperamos que el 2018 marque al menos un periodo de cinco años de un campeonato que no sufra alteraciones en el número de participantes, tener claro el número de ascensos, descensos, reglamentaciones. No hay dudas en que el campeonato largo es la mejor opción", manifiesta Corradossi.

El mismo directivo reconoce que aún hay puntos pendientes: "Lo que falta establecer son los complementos relevantes, la clasificación a las copas internacionales, mecanismos de ascensos y descenso, número de extranjeros en cancha, etc. Eso debemos conversarlo con los clues y ojalá perdure por cinco años".

Inclusión de equipos de ANFA

Otro objetivo trazado en Quilín es potenciar la Copa Chile, "un torneo que necesita importantes cambios", asume Corradossi, quien no se aventura a plantear alternativas antes de consultar a los clubes. Pese a esto, el mismo tesorero de la ANFP adelanta una iniciativa que en su momento impulsó la administración de Harold Mayne Nicholls, donde se integró al equipo de Isla de Pascua y a uno de Punta Arenas para jugar contra los equipos más populares.

"Nos parece muy interesante, así como ocurre en Inglaterra y en España, que en fases previas pueda existir la oportunidad de que los grandes jugadores, los grandes planteles de Chile puedan visitar algunos sectores, algunas zonas que muchas veces no tienen oportunidad de verlos en directo", recalca.

Programación anticipada

Dentro de las facilidades que debe tener un aficionado se encuentra saber qué día y a qué hora se juegan los partidos. En Quilín abordaron este tema y anticipan un trabajo que permita programar al menos de cinco en cinco las fechas de cada campeonato.

La medida va un poco más allá, según Aldo Corradossi, quien no descarta que en el futuro "se cambien las franjas horarias", lo que permitiría incluso la programación de partidos de Primera División en forma paralela. "Se está trabajando en eso, en buscar opciones que permitan que estos horarios sean más accesibles. Hay condiciones técnicas que hay que ir resolviendo". aseguró.

Promover el juego limpio

Ya está en marcha un plan que involucra a los árbitros, quienes dictan charlas del reglamento a los jugadores jóvenes. Además en Quilín intentarán modificar las sanciones por tarjetas amarillas y "está en estudio bajar de cinco a cuatro la cantidad de amonestaciones para suspender a un jugador", señala Corradossi, quien explica el fondo de esta propuesta: "Creemos que puede promover el juego limpio". Eso sí, el dirigente insiste en que cualquier decisión debe ser aprobada por los clubes.

El Plan Estratégico contempla 27 medidas, 27 buenas intenciones, que primero deberán convencer a los socios de la Quilín.

Los puntos más relevantes

1 Profesionalizar la administración

Potenciar a los dirigentes y ejecutivos de clubes en administración, gestión comercial y comunicaciones. Además, buscarán las estandarización de los contratos, la información financiera y la correspondencia de cada club.

2 Incentivar la formación de jugadores juveniles

La idea principal es incrementar la participación de los jugadores juveniles en Primera División e ir de la mano con una mayor inversión en la formación .

3 Campeonato estable

Apunta directamente a mantener por los próximos cinco años el modelo de campeonato con régimen anual, además de establcer con claridad los criterios de clasificación a torneos internacionales.

4 Programación anticipada

Mapear y definir el diseño y la entrega del fixture, proyectando al menos las primeras seis fechas y así sucesivamente. Otro aspecto que buscan en Quilín es definir franjas horarias para el invierno y el verano, lo que implicaría modificar las transmisiones del CDF.

5 Mejorar la gestión comercial de la liga

El directorio busca darle una identidad al producto fútbol chileno, donde devolver a la gente a los estadios y mejorar su experiencia es el punto principal.

6 Plan deportivo transversal de selecciones

Busca establecer criterios de trabajo tanto para la selección absoluta como para las menores. No obstante, está enfocado sólo en aspectos organizativos y no contempla aspectos técnicos.

7 Promover el juego limpio

Analizar el mecanismo de sanciones por tarjetas amarillas, lo que implicaría bajar de cinco a cuatro las amonestaciones para suspender a un jugador.

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