La reaparición de Labbé en campaña

Un recorrido por una feria en Providencia realizó ayer el ex alcalde junto a su hijo José, candidato a diputado. Se trata de su primera aparición política después de un año de autoexilio, tras perder la alcaldía. El coronel (R) dice que no teme que lo "funen".




"Usted no se acuerda de mí", le dice al oído una mujer, mientras le da un abrazo apretado al ex alcalde de Providencia Cristián Labbé.

"Yo fui nutricionista de mi general", agrega la vecina.

Labbé la abraza y la aprieta. No le dice nada, la mira fijo. Ella le responde con una sonrisa.

Hace exactamente un año, el ex edil dejó el municipio de Providencia. Días antes de la fecha en que finalizaba su período -tras se derrotado después de 16 años al mando- decidió irse de vacaciones y ausentarse del  cambio de mando. No le entregó el poder a su sucesora, Josefa Errázuriz, y se borró de lo público.

Ayer volvió a las pistas para apoyar la aventura parlamentaria de su hijo José, en la misma comuna que gobernó.

"Es primera vez que salgo en campaña", dice el coronel (R) del Ejército junto a su hijo José, candidato a diputado, y la razón por la que retorna a la arena política.

Comiendo un durazno, el ex edil caminó por una de las ferias de calle Renato Zanelli, ubicada en el corazón del distrito 21, por donde compite su primogénito, acompañado por La Tercera.

Personas se le acercan, lo saludan, le sacan fotos y reciben tazones con publicidad de la candidatura senatorial de Laurence Golborne, que también son entregados por José.

"Sí, hemos tenido algunos encuentros privados con Golborne. Antes de ser alcalde tuve una relación comercial con él", cuenta el ex edil.

Mientras caminan por la feria, reparten  un volante donde padre e hijo aparecen juntos. Al reverso, una carta escrita y firmada por el ex edil, quien a una semana de la elección hace un llamado explícito a votar por su José, enumerando las razones por las que "debe" ser diputado.

"Esto tiene una lógica", dice caminando... "Yo me retiro, me dedico a la academia y me pongo senior. Y él se queda a defender las ideas", explica.

El bajo perfil que el ex alcalde ha cultivado desde hace un año se debe, en parte, a  las "funas" que sufrió en la última campaña y que lo dejaron agotado. "Es mucha la intolerancia", lamenta, agregando que, "por suerte", ya no le pasan tan a menudo.

El tema que sí le preocupa, según admite, fue el remezón que provocó en su sector  la conmemoración de los 40 años del Golpe Militar, en septiembre pasado. El cierre del penal Cordillera y las intervenciones del Presidente Sebastián Piñera crisparon los ánimos de partidos, dirigentes y militares, especialmente el del ex alcalde.

Mientras su hijo enfrentaba una dura campaña, Labbé asistió al funeral de Odlanier Mena. En ese  minuto, el coronel (R) esperaba más apoyo del mundo político y de algunos candidatos.

"Si uno tiene que defender a los militares, tiene que decirlo, y eso  faltó en el mes de septiembre. Aquí se agacharon todos, ¡todos!", dice subiendo el tono y levantando un dedo.

"Don Cristián, ¿se puede poner aquí para hacerle una foto?", le preguntan.

"Claro, ¿aquí está bien? Ponte aquí a mi lado -le dice Labbé a su hijo-, así natural, como si te quisiera". Se ríen.

"Este es mi tesorito", dice ironizando, "el que me saca de clases para venir a apoyarlo", agrega respecto de su rol en la U. Finis Terrae.

Además del ámbito político y académico, su círculo cercano lo integran militares en retiro. Labbé es dirigente de una asociación que los agrupa, con quienes sigue  la campaña presidencial.

"Piñera va a quedar en deuda con la familia militar", dice tajante. "Pero los valores de Evelyn Matthei están más cerca del pensamiento militar y debiéramos, por lógica simple, votar por ella. Hay que defender al país y cautelar los valores nacionales", sentencia.

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