La lucha de un sordo por manejar

Mecánico y fanático de los autos, Mauricio Morales luchó un año para que la Municipalidad de Iquique lo autorizara a dar el examen para sacar la licencia de conducir junto a un intérprete de lengua de señas.




Mauricio Morales aprendió a conducir a los 17 años, ganó el segundo lugar de un campeonato regional de buggies en el desierto y actualmente trabaja como mecánico en un taller. Su pasión de pequeño fueron las tuercas. Sin embargo, no tiene licencia y no puede manejar por las calles de Iquique, la ciudad donde reside.

Morales, de 29 años, es sordo de nacimiento y tiene dificultades para comprender lo que lee, a diferencia de otras personas que han perdido la audición en edad avanzada. Por ello, en el momento de dar el examen teórico para acceder a la licencia de conducir que tanto anhelaba, necesitaba de un intérprete que le tradujera la prueba, beneficio no contemplado en el reglamento.

De hecho, en primera instancia no le fue bien: en la Municipalidad de Iquique le dijeron que no podía dar la prueba en las condiciones que solicitaba e incluso se enfrentó a una funcionaria que, según sus cercanos, lo trató despectivamente. Pero la perseverancia de Morales no cesó: un año después, la Dirección de Tránsito le dio la autorización. Aunque previamente, su caso llegó a la justicia.

"El hecho de que el examen no esté adaptado a la lengua de señas, dificulta a que una persona sorda pueda comprender lo que lee en español, porque no es su lengua materna", explica su intérprete y amigo desde los 15 años, Fabricio Ancelmi.

ACUERDO MUNICIPAL

Con ayuda del Servicio Nacional de la Discapacidad (Senadis),  Morales demandó en el Segundo Juzgado de Policía Local a la municipalidad. "Es urgente que todas las instituciones tomen conciencia  de que esto es una exigencia legal, se tienen que hacer todas las adecuaciones necesarias para que una persona con discapacidad puedan realizar sus trámites, como cualquier otro", indicó la abogada Aracely Echeverría.

Según la profesional, se cometió discriminación cuando a Morales se le negó realizar el test, en virtud de la Ley 20.422, que otorga igualdad de oportunidades e inclusión social a las personas con discapacidad. Y agrega que existe un vacío en el reglamento para el otorgamiento de la licencia de conducir, porque "la ley da cuenta de un intérprete para las personas que hablan otro idioma, lo que podría ser también para un sordo, ya que la lengua de señas es reconocida como otro idioma".

La situación se zanjó con un acuerdo extrajudicial y el municipio de Iquique le permitió rendir la prueba con el intérprete, siendo la primera vez que en una comuna del país lo hace.

TEORÍA Y PRÁCTICA

Morales realizó el test 17 de noviembre pasado, instancia en la que estuvieron presentes dos ministros de fe: otro intérprete, en representación del municipio, y la directora regional del Senadis.

Hubo alta expectación entre los funcionarios de la municipalidad. Sin embargo, al mecánico no le fue bien: erró en cinco preguntas y no aprobó el test, aunque puede repetirlo hasta el próximo 12 de diciembre.

"Pensamos que falló en la prueba porque estudiamos del libro antiguo, que no contemplaba muchas de las preguntas que salieron en el  examen de ahora. El quiere esperar a sentirse seguro la próxima vez que lo rinda, así que todavía no tenemos claro cuando volveremos a pedir hora", narra Noemí Oxa, mujer de Mauricio Morales.

De todos modos, en este primer intento logró aprobar sin dificultad el examen psicotécnico. Uno de los puntos que evalúa esta fase es la audiometría que pasó sin problema. "Mauricio ocupa audífono y este aparato le permite sentir vibraciones, el tema es que no discrimina los (tipos) sonidos que siente", comenta su amigo intérprete Fabricio Ancelmi.

El gerente de Comunicaciones de Automóvil Club de Chile, Alberto Escobar, cuenta que uno de los requerimientos para dar la prueba es saber leer y escribir. "No existe la institucionalidad de la obtención de la licencia donde alguien pueda llevar a un traductor, esto fue una tremenda excepción, pero no significa que el día de mañana un sordo que vaya a otra municipalidad le den  la misma solución", explica.

La directora de la Senadis, Nélida Díaz, considera que excepciones como la ocurrida en Iquique se deben replicar también en otras comunas, porque finalmente es la sociedad quien pone los obstáculos a las personas con discapacidad. "Es un tema en la que tenemos que avanzar todos, porque no basta con la ley, sino con que todos nos comprometamos a esto", dice Díaz.

Según el gerente de Comunicaciones de Automóvil Club de Chile, una persona sorda no tiene ningún impedimento para manejar, dado que el 90% de la información que uno recibe mientras conduce es visual.

"Un conductor que va con la música a todo volumen el auto también se convierte en un sordo funcional y que son más peligrosas que una persona con una discapacitada, porque ellos son conscientes de su condición", señala.

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