La historia del francotirador más letal de EE.UU. que inspiró película candidata al Oscar

El Pentágono acredita que Chris Kyle, abatió al menos 160 objetivos en la guerra de Irak.




Entre sus compañeros de los Navy Seals era conocido como "La Leyenda" y entre los insurgentes iraquíes como "Al-Shaitan Ramad" (el Demonio de Ramadi). Se trata de Chris Kyle, el francotirador más letal de la historia reciente de Estados Unidos. Sus disparos eran tan efectivos que los rebeldes llegaron a ofrecer una recompensa de US$ 80.000 para aquel que entregara su cabeza. Aunque murió hace casi dos años, y no precisamente a manos de sus enemigos en Irak, la figura de Kyle ha regresado a la actualidad.

Basada en su autobiografía, la semana pasada fue estrenada en EE.UU. la película "American Sniper", la cual rompió todos los récords de taquilla para una cinta dramática en el mes de enero, según The Wall Street Journal. En sólo cuatro días recaudó US$ 105,3 millones. Un éxito impulsado por las seis nominaciones a los premios Oscar 2015 -incluida mejor película- que recibió el filme dirigido por Clint Eastwood y protagonizado por Bradley Cooper, cuyo estreno para Chile está previsto para el 12 de febrero.

Nacido en 1974, en Odessa (Texas), Kyle se crió en el seno de una familia religiosa y apasionada por las armas. De hecho, tuvo su primer rifle a los ocho años y solía cazar junto a su padre. Tras terminar sus estudios, intentó convertirse en jinete de rodeo, pero la rotura de un brazo puso fin a sus sueños. Fue ahí cuando decidió probar suerte en el Ejército. Así, solicitó su ingreso en los Marines en 1998, con el objetivo de intentar luego pasar a los Navy Seals, el cuerpo de operaciones especiales. Pero, debido a las secuelas de la herida en su brazo, no fue admitido. Sin embargo, tras insistir, logró que lo aceptaran. En 1999, accedió a los Seals recibiendo entrenamiento específico como tirador a larga distancia y pasó a formar parte del Equipo 3 de los Seals.

La carrera de Kyle como francotirador se prolongó por una década. Pero, sin duda, su "leyenda" se forjó en Irak, país al que fue destinado en cuatro ocasiones. El Pentágono le adjudica 160 muertes, aunque él en su libro "American Sniper" (2012) las eleva a casi 255, lo que lo convierte en el francotirador más letal en la historia de EE.UU., tras superar el récord que desde 1969 tenía Adelbert Waldron, con 109 muertes en Vietnam.

En su libro cuenta que su primer disparo de larga distancia tuvo lugar a sólo dos semanas de haber llegado a Irak. El objetivo era una mujer con un niño en brazos y una granada en una mano, dispuesta a lanzarla contra una patrulla de Marines. "Primero dudé, pero era mi deber disparar", señaló. El francotirador participó en las batallas de Ramadi, Anwar y Bagdad. Sólo en la Segunda Batalla de Faluja (2003) se acreditaron 40 muertes por disparos de su rifle.

Pero su tiro más famoso tuvo lugar cerca del distrito chiíta de Ciudad Sadr, en Bagdad, en 2008. En aquella ocasión, Kyle alcanzó a un insurgente que apuntaba un lanzacohetes contra convoy de EE.UU., desde 2.100 metros de distancia. "Dios guió esa bala para que lo alcanzara", narra en su libro.

El "Demonio de Ramadi" fue alcanzado en dos ocasiones por disparos, y sufrió seis atentados con explosivos cuando viajaba en vehículos. Por su labor fue condecorado con dos estrellas de plata y cinco estrellas de bronce al valor.

Sin embargo, en 2009 Kyle se retiró de los Seals "para salvar su matrimonio con su esposa Tanya", según explicó. La pareja tenía dos hijos. Tras instalarse en Midlothian (Texas), se dedicó a numerosas actividades. Fundó Craft International, una empresa de entrenamiento para misiones de riesgo, así como la Fundación Fitco Cares, para dar ayuda sicológica a los veteranos de guerra con estrés postraumático. Incluso participó en un reality-show. Irónicamente, Kyle no encontró la muerte en un campo de batalla. El 2 de febrero de 2013, el ex marine Eddie Ray Routh, a quien estaba tratando de ayudar a sobrellevar el desorden de estrés postraumático, disparó contra él y su amigo Chad Littlefield en un campo de tiro en Texas. Kyle,  de 38 años, estaba trabajando en el guión de "American Sniper" con el guionista Jason Hall y Bradley Cooper.

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