La historia de las dos mujeres que denunciaron a Bergoglio por vínculos con la dictadura argentina

<p>Estela De la Cuadra y Graciela Yorio pidieron a la justicia argentina que el actual Pontífice sea investigado por sustracción, ocultamiendo de bebés y por el secuestro de dos sacerdotes de la orden jesuíta. Bergoglio, sin embargo, sólo declaró en calidad de testigo. </p> <p>El Vaticano, en tanto, se refirió hoy a estas supuestas vinculaciones: "Nunca hubo una acusación concreta y creíble contra él".</p>




Las denunciantes contra Jorge Mario Bergoglio aseguraron a La Tercera, que el nuevo Papa habría tenido "conocimiento de las causas, participación activa y vínculo" con familiares de jóvenes y sacerdotes que fueron secuestrados en el "Proceso de Reorganización Nacional", en plena dictadura argentina. El actual Pontífice, sin embargo, declaró por escrito en septiembre de 2011 ante la Justicia transandin, como testigo por la conocida "Causa ESMA" -siendo entonces arzobispo de Buenos Aires- desconociendo haber tenido total información respecto a los casos.

Bergoglio declara en 2011 dado que era Provincial de la Compañía de Jesús entre 1973 y 1979 y en en calidad de "testigo, a cerca de las penas correspondientes al delito de falso testimonio".

El entonces arzobispo asegura que en la época de dictadura, el Padre Pedro Arrupe (Superior General de la misma compañía regligiosa) "recomendaba a los distintos Provinciales de la Orden de aquellas naciones donde existieron dictadoras militares, que escucharan a todas aquellas personas que se acercaban solicitando información y ayuda sobre la búsqueda de sus seres queridos".

Bergoglio confiesa, además, que Arrupe "le solicitó que lo acompañara en efectos de ubicar a sacerdotes desaparecidos, la atención de los familiares de los mismos y realizar las gestiones que estaban a mi alcance a efectos de hacer lo posible por conocer el paradero de otras personas".

"BERGOGLIO NO PROTEGIÓ A MI HERMANO"

Poco antes al periodo de dictadura en Argentina, que abarcó entre 1973 y 1986, el sacerdote jesuita Orlando Yorio ejercía su trabajo pastoral en una villa cerca del Barrio Bernardino Rivadavia, en Buenos Aires. "Trabajar con los pobres en esa época era considerado ser subversivo", comentó a La Tercera Graciela Yorio, hermana de Orlando.  

Según ella, el sacerdote "no tenía absolutamente ningún vínculo con partidos políticos, él hacía ahí su trabajo pastoral. No era ni guerrillero ni subversivo, aunque sí se adhería a la teoría de la liberación", recalcó Yorio.

"Bergoglio no protegió a mi hermano en el inicio de la dictadura. El junto a Francisco Jalic –también jesuita- ya estaban trabajando en una villa y el Provincial les pidió que salieran. Por eso, no me explico por qué insisten tanto en que este Papa se ocupa de los pobres", enfatizó Graciela.

Para la hermana de Yorio, el actual Pontífice "decide echarlos de la Compañía en 1976", afirma.

El testimonio de Graciela describe que "tanto él como Francisco estuvieron engrillados de sus pies y manos durante cinco meses en total oscuridad, porque tenían una capucha que les cubrían los ojos. Estuvieron cuatro días en la ESMA (Escuela de Mecánica de la Armada de Buenos Aires) y luego fueron trasladados a otra 'casa operativa".

Graciela comentó también que ambos sacerdotes comenzaron un "peregrinar" en busca de un obispo que los recibiera en sus diócesis para poder seguir ejerciendo como tales, de forma autorizada.

Sin embargo, luego Yorio explica que "fueron liberados y buscados por la policía" y que con la protección de la nunciatura "Orlando consiguió su pasaporte y finalmente Bergoglio le pagó el pasaje a Roma, logrando que Monseñor Jorge Novak lo aceptara en su diócesis. Allí estuvo exiliado", dijo la hermana de Orlando.

La denunciante insiste en que Bergoglio "tuvo participación activa en la dictadura y nosotros nos entrevistamos tres veces con él para poder tener noticias de mi hermano. Bergoglio era quien nos podía decir si existía alguna novedad de su paradero, pero nunca nos dio una respuesta, jamás".

La hermana de Yorio asegura que Bergoglio visitó personalmente a su madre y "le dijo a ella: "de Orlando no se habla más. Es posible que lo hayan matado". La preparó para la muerte de mi hermano", confiesa.

El dolor de Graciela trasciende: "Mi hermano y Francisco sostuvieron que Bergoglio los denunció.
Le creo a mi hermano y de eso estamos convencidos", dijo.

Orlando Yorio falleció en Uruguay el 9 de agosto del año 2000, ejerciendo hasta entonces su trabajo pastoral en la parroquia Santa Bernardita.

"ESTE BRILLANTE CARGO LO REVISTE DE UN NUEVO PODER"

Estela De La Cuadra perdió a su hermana Elena en dictadura, también a su marido y denuncia haber perdido a su sobrina, porque según su testimonio, Elena fue secuestrada a los 23 años estando embarazada de cinco meses, en 1977.

"Mi hermana era antifascista", explica De La Cuadra a La Tercera.

En 2011, cuando Bergoglio fue llamado a declarar, la Justicia le pidió responder si "puntualmente dio noticias al Padre Arrupe de lo acontecido con Elena De La Cuadra y su niña", cita el documento del Poder Judicial de La Nación.

El Padre Pedro Arrupe era entonces Superior General de la Compañía de Jesús.

Bergoglio confiesa que Arrupe "le solicitó que lo acompañara en efectos de ubicar a sacerdotes desaparecidos, la atención de los familiares de los mismos y realizara las gestiones que estaban a mi alcance a efectos de hacer lo posible por conocer el paradero de otras personas".

El documento también revela que se llamó a declarar a Bergoglio, "si con motivo de la desaparición de Elena De La Cuadra hizo alguna gestión ante alguna autoridad militar, política o policial durante los años 1977 y posteriores", frente a lo cual Bergoglio respondió: "No, no lo hice".

"Cuando él declara, se deja ver como un viejo inválido que no se acuerda de nada", manifestó De La Cuadra a La Tercera.

En su declaración, el actual Pontífice señala que se "entrevistó con el Sr. Roberto De La Cuadra –padre de Elena-", pero que "no recuerda los pormenores de la entrevista" y que De La Cuadra "estaba preocupado por la desaparición de una hija suya en la Provincia de Buenos Aires", manifestó.

Luego Bergoglio agrega: "No recuerdo que se haya referido a que su hija se encontraba embarazada".

Estela De la Cuadra dijo que siente "indignación e impotencia por ver que este brillante cargo lo reviste nuevamente de un poder tremendo".

También se le preguntó si sabía que Elena De la Cuadra habría dado a luz durante su cautiverio y si como testigo habría realizado alguna gestión en particular.

Bergoglio desconoce haberse enterado: "En aquel momento no tuve ninguna información, después de transcurridos los años y a través de medios de comunicación tomé conocimiento que una hija del Sr. De La Cuadra de nombre Elena, Habría dado a Luz durante su cautiverio", redacta.

Pero Estela asegura lo contario. La argentina de 67 años, dijo a La Tercera que Bergoglio recibió a  su padre Roberto -en dos oportunidades, derivándolo al Arzobispo de La Plata, Mario Picchi.

Este le confirmó que Elena había dado a luz a una niña a la que llamó Ana Libertad y que estaba en manos de una familia: "A la nena la cría una familia bien, lo de Elena es irreversible", le explicó.

Ana Libertad continúa desaparecida.

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