La historia de Hamas, el gran "enemigo" de Israel

El grupo palestino apuesta por el fin del bloqueo en la Franja de Gaza.




Han advertido que lucharán hasta el último de sus combatientes, tal como ocurrió durante las últimas dos ofensivas de Israel, en 2008 y 2012. El Movimiento de Resistencia Islámico, Hamas, que controla la Franja de Gaza, lleva dos semanas resistiendo la contundencia de los ataques aéreos y terrestres israelíes, que han dejado más de 570 palestinos muertos, la gran mayoría civiles, mientras que las bajas militares israelíes llegaban a 25. Hamas no ha cesado de lanzar proyectiles hacia el territorio israelí, en un conflicto que ayer no daba señales de ceder. Algunos analistas y corresponsales creen que el grupo radical palestino se encuentra en una situación tan mala, que no tiene nada que perder y que apuesta por provocar un cambio dramático en la Franja de Gaza, como el fin del bloqueo.

Fundado en 1987, en la época de la primera Intifada, durante años Hamas llevó a cabo decenas de atentados suicidas en el territorio israelí, pero mientras su brazo armado (las Brigadas Qassam) se encargaba de la lucha armada, su rama política concretaba un amplio plan de mejoras sociales, enfocado en las escuelas y viviendas. En 2006 se produjo un giro clave para la organización, después de que logró una mayoría abrumadora en las elecciones para el Consejo Legislativo Palestino. Esto tuvo como consecuencia que al año siguiente Hamas se enfrentara con Al Fatah, la otra facción palestina, liderada por el Presidente Mahmoud Abbas. Esto derivó en que Hamas pasó a controlar la Franja de Gaza, mientras que Cisjordania quedó en manos de Al Fatah.

Para Occidente, Hamas es una "organización terrorista", pero para muchos palestinos, se trata de un grupo legítimo. Desde la Franja de Gaza, un territorio de apenas 360 kilómetros cuadrados -equivalente a la mitad de Santiago-, Hamas se ha negado a aceptar las exigencias de la ONU, como el reconocimiento del derecho de Israel a existir, la renuncia a la violencia terrorista y a aceptar los Acuerdos de Oslo. En los dos últimos años ha perdido grandes aliados. En 2013 sufrió un fuerte revés, cuando sus aliados en Egipto, los Hermanos Musulmanes, fueron derrocados. Además, según la BBC, "su alineación con los grupos sunitas que combaten en Siria al Presidente Basher Assad los dejó sin el financiamiento de Irán, nación chiita aliada con Siria que solía donar hasta US$ 20 millones al mes a Hamas, suficiente dinero como para mantener al gobierno en Gaza".

En este marco, el líder de Hamas, Khaled Meshaal, aceptó en abril integrar un gobierno de unidad palestino con Al Fatah. Sin embargo, dos meses después, el secuestro y muerte de tres adolescentes israelíes en Cisjordania motivó el arresto de varios miembros de Hamas en ese territorio y los cohetes volvieron a caer en el territorio israelí, desde Gaza.

Según la agencia alemana Dpa, Hamas rechaza la propuesta de mediación egipcia porque, desde su punto de vista, sólo significa un regreso al estatus quo del bloqueo. Incluso, uno de los líderes, Abu Marsuk, llegó a decir que una conquista por parte de Israel de la Franja de Gaza sería mejor que seguir con el bloqueo, que tiene a la población palestina sumida en una severa y alarmante crisis económica. Israel, por su parte, ha dicho que su objetivo no es derrocar a Hamas, sino que su estrategia es a largo plazo. Por ahora, pretenden destruir su arsenal, como los misiles de mayor alcance, el M-302 o el Far-5, que pueden alcanzar Haifa, Jerusalén o Tel Aviv.

Sin embargo, la ofensiva israelí ha provocado numerosas víctimas civiles. Por lo mismo, la ONU pidió el inmediato cese de la violencia.

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