La disidencia de De la Maza versus la doctrina Novoa

Luego de la renuncia del alcalde Francisco de la Maza a la directiva UDI, quienes apoyan la estrategia instaurada por Jovino Novoa para enfrentar el caso Penta quedaron enfrentados a una disidencia que pide dejar atrás a los involucrados en dicho caso antes de apoyar una directiva de consenso.




Cuando el alcalde Francisco de la Maza escuchó el lunes en radio Sonar que el presidente interino de la UDI, Javier Macaya, apoyaba las declaraciones vertidas por Jovino Novoa el día anterior en una entrevista, se convenció de que su próximo paso era salir de la directiva.

Pese a que su carta de renuncia a la mesa estaba redactada desde el viernes 27, según explican en el partido, la actitud de Novoa  frente al caso Penta y el gesto de apoyo de Macaya -que no fue discutido en la mesa gremialista- fueron los hechos que aceleraron el desmarque de De la Maza.

Su acción dejó en evidencia una tensión interna que se viene gestando hace meses en torno a la figura del ex senador Novoa y su influencia en la estrategia adoptada para enfrentar un caso judicial, donde él y varios otros militantes están involucrados.

Novoa ha sido el principal promotor de una ofensiva contra las filtraciones, criticando el estilo con que la fiscalía ha desarrollado su investigación. Además, el ex parlamentario ha mantenido un silencio frente a las imputaciones de la fiscalía, apostando a un  acuerdo político. En la otra vereda, De la Maza ha insistido en que la UDI debe asumir las responsabilidades, transparentar los hechos y dejar que quien tenga que caer, caiga. Del mismo modo, el jefe comunal ha transmitido internamente que ningún acuerdo podría aminorar la crisis.

Mientras el alcalde fue parte de la mesa, varios episodios de controversia se desarrollaron en las reuniones de directiva en torno   al tema. Primero ocurrió en medio del dilema de si la UDI debía condenar a quienes estuvieran involucrados o formalizados. Luego se generó otro debate respecto de si la UDI debía o no pedir perdón ante la opinión pública. Ahora el punto de discordia es si la próxima directiva debería estar compuesta sólo por personas que no posean relación con SQM ni Penta. En esas discusiones anteriores, el edil de Las Condes, más de una vez, había amenazado con su salida.

En ese sentido, De la Maza, Iván Moreira y algunos alcaldes, como Mario Olavarría, esperan revertir en el consejo general del próximo 10 y 11 de abril la estrategia que Novoa ha logrado instalar en la UDI. Y según sus cercanos, el senador Hernán Larraín también avalaría esta ofensiva.

Para ello, algunos creen que De la Maza podría ser el "vocero" del grupo. Según explican miembros de la fracción crítica de Novoa, la postura consiste en sacar del ejercicio político institucional del partido a aquellos involucrados en el caso. Es decir, los integrantes de la próxima directiva debiesen estar liberados de toda relación con boletas y facturas de Penta, SQM y la defensa a los involucrados. Esto debiera, dicen, reflejarse en las vocerías sobre el caso y la manera cómo afrontar la contingencia, con el fin de rehabilitar el rol opositor del partido en el Congreso, tener autoridad para opinar acerca de proyectos de ley y emprender ofensivas sin complejos contra el gobierno.

Incluso, para quienes apoyan esa postura, el hecho de que existan boletas de personal estable de la UDI no implica que su institución esté afectada, sino que los ex presidentes o quienes hayan solicitado esos documentos sean quienes respondan ante la justicia o la opinión pública por esos hechos.

"Hay que hacer una directiva de futuro, que no tenga por qué asumir las culpas del pasado", explica un partidario de la ofensiva.

Con el correr de los días y el avance de la investigación, son pocas las cartas que quedan para conducir el partido.

Duplas como Hernán Larraín y Macaya, el mismo Larraín y Juan Antonio Kast o Larraín con Jaime Bellolio hacen todavía posible una mesa de consenso. Esto, porque Larraín, si bien coincide en varios puntos con De la Maza y el ala disidente, también ha celebrado el trabajo realizado por Ernesto Silva. Sin embargo, el ex senador Novoa -quien es cercano a Macaya, Kast y Bellolio- habría expresado reparos respecto de entregarle el control del partido a un parlamentario que, a juicio de varios gremialistas, actúa en forma individualista, incluso, con su bancada en el Senado.

Con todo, algunos militantes esperan que Larraín, antes del consejo, tome contacto con Novoa y Andrés Chadwick, para avanzar en torno a una mesa de consenso. No obstante, según explican algunos parlamentarios, la ofensiva de quienes buscan erradicar "la doctrina Novoa" de la estrategia para enfrentar el caso Penta explican que la maniobra no tiene por qué restringirse sólo al consejo.

Quienes apuestan a tomar distancia del proceso judicial y sacar de la primera línea a quienes se han visto -o podrían verse- involucrados, aseguran que seguir el camino de Novoa tiene fecha de vencimiento. Y creen que a medida que avance la investigación, la estrategia del ex senador se irá desvirtuando, haciéndose necesario el recambio de figuras.

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