Sergio 'Cachito' Vigil: "Si la cancha no está al regreso, no tengo nada más que hacer"

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El laureado DT se cansó de las promesas incumplidas y les pone un mes de plazo a las autoridades deportivas. Eso sí, está enfocado en lograr que sus dirigidas clasifiquen por primera vez a un Mundial, pese a las precarias condiciones.




"Hablemos mientras caminamos por la cancha, así lo hago con Marcelo (Bielsa, su gran amigo)", propone Sergio Vigil, técnico de la selección chilena femenina de hockey césped, que mañana debuta frente a Estados Unidos (10.00), en las semifinales de la World League, en Sudáfrica.

En seis vueltas y media, 1.911 metros de recorrido, Cachito se sincera. Habla de la ilusión de clasificar a Chile por primera vez a un Mundial y de su futuro inmediato, que con el paso de los minutos irá poniendo muy en duda.

¿En qué pie llegan las Diablas a esta fase de la World League?

Hace mucho tiempo que declaramos que queríamos ser un equipo olímpico y mundial. Y a través de esa declaración nos propusimos ser deportistas olímpicos. Estamos convencidos de que para llegar a unos Juegos Olímpicos o a un Mundial, primero hay que construir el ser mundial y el ser olímpico. Y eso radica en emprender un camino con convicción y con determinación y con licencia para perder. ¿Qué significa licencia para perder? Significa estar dispuesto a darlo todo y no abandonar el reto, pase lo que pase en el camino.

¿Cómo analiza a los rivales que enfrentarán?

Siento que podemos ganar y perder con todos los equipos y eso ya es muy bueno. Quizás haya algún equipo como Argentina, que sea muy difícil de vencer. De esos partidos donde de 10, quizás nueve gane Argentina y uno gane o empate Chile. Vamos a buscar que ése sea en la World League 3. Con Estados Unidos ocurre algo parecido, es un rival que siempre ha sido muy difícil de vencer. Y con ellos también vamos a intentar que ocurra lo que no ocurre habitualmente. Esos dos partidos son muy importantes en el carácter, en el coraje y en la irreverencia. Después vienen India y Sudáfrica, que son los encuentros donde hay que jugar el mejor partido de nuestras vidas, porque son determinantes para nuestra clasificación. Son dos rivales que están por encima nuestro en ranking. Uno es el local y el otro es mundialista y olímpico, pero siento que tenemos con qué. Podemos ganar o perder, pero ahí sí creo que no son nueve partidos a 1, sino que seis a cuatro. El primer objetivo es estar entre los cuatro primeros para ir a la segunda fase. Si nosotros lo logramos, ahí vendrá el valor coraje y convicción: el valor Londres 2018, que tiene que estar en nuestra mente y en nuestro corazón.

Imagino que será muy especial para usted enfrentar a su país, a las Leonas. Al equipo que formó.

Es la primera vez que enfrentaré a una selección argentina desde otra selección. Seguramente toda la previa va a ser un momento complejo, raro. Antes de un partido se tocan los himnos, en la cancha hay banderas. Va a ser raro, pero hay dos cosas que tengo claras: pienso que el partido que vamos a jugar con Argentina será importante, pero no determinante. Y también tengo claro que estoy enamorado de este equipo chileno, de estas Diablas y de este equipo de trabajo que hemos emprendido. Y cuando uno está enamorado y siente amor por las personas con quien está, no hay nada que se interponga en el pensamiento. Yo hoy siento a este equipo como familia. Y cuando estemos adentro de la cancha jugando sea con quien sea, sé que voy a estar con mi familia de camiseta y de sueño. Yo tengo claro lo que siento por mi país y lo he demostrado con acciones, tengo muy claro lo que significan las Leonas en mi vida y también tengo muy claro lo que significa este equipo de Diablas en este momento de mi vida.

Usted dijo un par de veces que si no había una cancha propia para entrenar, se iba. ¿Cuál es su posición ahora, considerando la promesa todavía no se cumple?

Las Diablas están siendo olímpicas, pero no se está siendo olímpico con ellas. La cancha no apareció. Y si no aparece, es muy difícil que se pueda cumplir con todos los objetivos. No hay ningún equipo entre los 20 mejores del mundo que no tenga cancha propia. Hace seis meses se dijo que ya estaba aprobado, que ya estaba el lugar. Yo pienso que sería una gran negligencia si la cancha se construye dentro de dos años, pensando en los Panamericanos. Si no se construye en 2018, no hay un compromiso olímpico.

Entonces, ¿cuánto más va a esperar por la cancha?

Ya he esperado un año y seis meses. Ahora mi corazón está en ese sueño mundialista. Pero no. Si termina la primera mitad del año y no ocurrió, no tiene sentido seguir. Y con todo el dolor, cuando volvamos de la clasificación de la World League 3 y de la Copa América (4 al 13 de agosto) y no sucede, no tengo nada que hacer. Cualquiera sea el resultado. Porque una cancha no se pone si se gana o se pierde, sino que por convicción.

¿Siente que no hay una retribución a los deportistas?

De la misma forma que los deportistas entregan todo, por lo menos tienen que tener una devolución. Y la devolución es sólo un lugar para entrenar más. Porque lo más fácil sería decir "bueno, como no está la cancha, vamos a entrenar dos veces a la semana". Entonces, vamos a seguir siendo siempre un país que luche por el quinto, cuarto y tercer puesto en un Panamericano. Y la verdad es que no tendría motivo para seguir estando y luchando, con todo el dolor. Porque a este equipo lo amo.

¿No hay vuelta atrás?

Yo no me puedo mentir. Si no está la cancha, con todo el dolor digo "disculpen, no puedo". Porque sino, hay una incoherencia total. No entiendo una manera de trabajar que no sea al cien por cien y no entiendo una manera de vivir que sea a medias. Entonces, no se puede estar buscando objetivos olímpicos y no estar a la altura de lo que tiene que tener un equipo olímpico. Y no estoy hablando de tener las condiciones que tienen Argentina, Alemania, Holanda, Australia... Yo sólo estoy pidiendo lo básico, lo que te permite entrenar. Porque la única manera que entiendo que un equipo crezca es entrenando. Lo único que no se negocia es el entrenamiento y el espíritu de equipo. Y una de las cosas que no se negocia, no existe. Entonces, no hay nada más que hacer. Contraten a una persona que no le guste entrenar y va a estar contenta.

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