Klaus Schmidt-Hebbel: "En materia de robos la situación de Chile es un caso muy dramático"

El padre de Diego, el joven que fue asesinado por el sicario Mario Ruz, estudia medidas contra la delincuencia.




El economista Klaus Schmidt-Hebbel hace 15 años comenzó a dictar una cátedra de economía que incluye entre sus tópicos el análisis de la delincuencia. En noviembre de 2008 su aproximación con el tema delictual fue brutal. Su hijo, Diego, fue asesinado por Mario Ruz, el sicario contratado por María del Pilar Pérez.

Schmidt-Hebbel reconoce que pudo cerrar la puerta, olvidar los cuatro meses que duró el juicio y lo vivido como víctima. Pero decidió tomar un rol distinto y se sumó al consejo consultivo de Fiscalía Privada, junto al ex fiscal Guillermo Piedrabuena y el ex director de la PDI, Arturo Herrera. Desde ahí, que ofrece servicios a empresas para investigación y persecución penal, Schmidt-Hebbel plantea su interés de proponer políticas públicas en la materia.

"Estuve envuelto como víctima de uno de los crímenes más horrorosos de la última década, eso me hace estar sensible respecto al tema de la delincuencia en Chile y en el mundo, sus causas y las formas más efectivas de políticas públicas para reducirlo", explica.

Hebbel además forma parte del grupo Res Pública, que el 17 de mayo presentará una serie de propuestas en este ámbito. "Siento una responsabilidad con la sociedad en este tema", admite el economista, que también trabaja en un documento sobre determinantes del crimen en el mundo.

¿Considera grave la situación de Chile en materia de delincuencia?

Sin ninguna duda, nosotros en algunos indicadores de delincuencia tenemos niveles muy altos. Las cifras de tasas de robos en el período 2006-2009 de todos los países de la Ocde, indican la cantidad de este tipo de delitos que hay dentro de un año por cada cien mil habitantes. El promedio de América Latina es de 295 robos y el de Chile es 456, es más de un 50% que el promedio de Latinoamérica. En Europa es de 125 robos y en Asia de 25. Si vamos por país, somos el segundo (con mayor tasa) de los miembros de la Ocde, sólo México nos supera con 608 robos. En materia de robos la situación de Chile es un caso muy dramático. Y estos son los delitos de este tipo que son denunciados, porque muchos no lo son. Creemos que no van a ser investigados, puesto que simplemente no dan abasto las policías.

¿Ha faltado una respuesta más fuerte a nivel de gobierno?

De todo el sistema. Los ciudadanos tenemos que invertir más de nuestro tiempo y preocupación para prevenir los robos. (También lo tienen que hacer) Las empresas y el gobierno, a través de la fiscalía.

¿Cuál es el aporte de la Fiscalía Privada?

Es complementar el trabajo que hace el Ministerio Público y las policías, para sumar brazos en esta tarea que no debe ser sólo parte del Estado, sino una tarea y obligación para los privados. Es muy legítimo y bueno que se complemente trabajo público con la prevención y la investigación de actos delictuales que se producen dentro de las empresas. Ahí la Fiscalía Privada juega un rol importante, desarrollando sistemas de prevención, investigando todo esto en colaboración con las policías, y se hace cargo apoyando a las empresas en las acusaciones contra imputados.

¿Hay una crítica implícita al sistema, el Ministerio Público no puede sólo?

No, en absoluto. Creemos que el sistema siempre se puede mejorar, tiene algunas falencias y muchas fortalezas, vemos el rol como complementario. Esta es una forma de colaboración ciudadana para controlar y mejorar la seguridad en Chile.

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