Kim ha lanzado desde 2012 el doble de misiles que su padre en 17 años

KIM JONG UN

Corea del Norte ha disparado más de 90 misiles en seis años. Tras la última prueba, Donald Trump advirtió que "todas las opciones están sobre la mesa".




Sólo este año el régimen norcoreano ha efectuado 18 lanzamientos de misiles. Suma que se eleva a 92 en los casi seis años que Kim Jong Un lleva en el poder. Una cifra considerablemente superior a la registrada en la administración de su padre, Kim Jong Il, que lanzó 46 misiles, o los 17 probados durante el régimen de su abuelo y fundador de la nación, Kim Il Sung.

Esto, según el recuento actualizado hasta el 16 de agosto por el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), que no incluye las últimas pruebas realizadas por Pyongyang, entre ellas la del misil balístico que el lunes sobrevoló territorio japonés provocando alarma.

Según el diario The Washington Post, este último misil parece haber sido un Hwasong-12, un cohete de alcance intermedio técnicamente capaz de volar 4.800 kilómetros, el mismo que Corea del Norte ha estado amenazando con lanzar hacia la estratégica isla de Guam, en el Pacífico.

Si bien el objetivo de Pyongyang, según el Post, habría sido probar el misil en una trayectoria normal que no cruzara una "línea roja" que pusiera en riesgo a ese territorio estadounidense, el Presidente Donald Trump fue categórico. "Todas las opciones están sobre la mesa", advirtió el inquilino de la Casa Blanca, para quien "el mundo ha recibido el mensaje de Corea del Norte alto y claro: este régimen ha señalado su desprecio a sus vecinos, a todos los miembros de Naciones Unidas y a los estándares mínimos de un comportamiento internacional aceptable".

Pero la jugada de Kim sería otra. Expertos citados por el diario chino Global Times aseguran que el último lanzamiento no indica que la tecnología de misiles norcoreanos haya mejorado para atacar con precisión a Guam. Pero al amenazar la seguridad de Japón lo que Pyongyang podría querer es forzar a Estados Unidos a negociar.

"Bajo la tremenda presión estadounidense, Corea del Norte ha lanzado múltiples misiles, pero ha fallado en recibir una respuesta deseable por parte de Estados Unidos. El vuelo del misil balístico sobre Hokkaido podría ser una estrategia para 'secuestrar' a Japón y Corea del Sur, los dos principales aliados estadounidenses, para amenazar a EE.UU. y forzarlo a la sumisión en ciertos términos", comentó al Global Post Da Zhigang, director del instituto de estudios del nordeste de Asia de la Academia de Ciencias Sociales de la provincia de Heilongjiang.

Para Abraham Denmark, director del programa de Asia en el Wilson Center y ex alto funcionario del Pentágono, el lanzamiento del misil marcó una escalada preocupante de parte de Corea del Norte. "Este es un estilo mucho más peligroso de prueba", dijo al Post.

Pero Corea del Norte defendió ayer su derecho a la autodefensa y advirtió que continuará con su política de "disuasión nuclear". "Tenemos razón de responder con contramedidas duras en el ejercicio de nuestro derecho a la defensa propia y Estados Unidos será enteramente responsable de las consecuencias", dijo el embajador norcoreano ante la Conferencia de Desarme, Han Tae-Song.

El diplomático norcoreano afirmó que los ejercicios militares anuales que realizan actualmente EE.UU. y Corea del Sur "son una preparación para la guerra y para un ataque preventivo contra mi país". Y acusó al Consejo de Seguridad de la ONU de haber ignorado las peticiones de su gobierno para discutir esas maniobras y que se conmine a los dos países participantes a interrumpirlas.

China: "momento crítico"

Previo a la reunión de urgencia del Consejo de Seguridad realizada ayer, se multiplicaron las condenas internacionales (entre ellas la del secretario de la ONU, Antonio Guterres) y las "invitaciones a la moderación lanzadas por Rusia y China. "Es claro para todos que la opción de las sanciones a Corea del Norte está agotada", dijo el viceministro de Relaciones Exteriores ruso, Serghei Ryabkov. "La ONU debe pasar una resolución que diga claramente no a una solución militar y a sanciones unilaterales fuera de aquellas aprobadas por el Consejo de Seguridad", agregó.

China, aliado histórico de Pyongyang, criticó a Corea del Norte, invitando a las partes al "autocontrol" y advirtió que el empeoramiento de la presión "no resolverá fundamentalmente el problema". Beijing "se opone" a las medidas de Corea del Norte contra las resoluciones de la ONU, afirmó Hua Chunying, portavoz del ministerio de RR.EE., resaltando el "momento crítico" de la situación "sensible".

Con todo, la embajadora de EE.UU. ante la ONU, Nikki Haley, afirmó que debería tomarse "una decisión fuerte" con Corea del Norte. "Suficiente es suficiente", advirtió.

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