Joven que empujó a fiscalizadora quedó libre y deberá pagar $10 millones

estudiante

Esto, luego de que Pablo Alarcón fuera reformalizado y condenado por el delito de lesiones graves gravísimas y tras un acuerdo alcanzado por las partes.




Luego de ser reformalizado y condenado por el delito de lesiones graves gravísimas, Pablo Alarcón, el joven estudiante que empujó a una fiscalizadora de la evasión del Transantiago en Maipú el pasado 15 de junio, quedó en libertad vigilada.

Además, producto del acuerdo alcanzado entre las partes, el imputado deberá pagar 10 millones de pesos a María Angélica Varas y cumplir con un plan diseñado por personal de Gendarmería por un periodo de cuatro años, como parte de la pena sustitutiva.

Si bien inicialmente el joven fue formalizado por el delito de homicidio frustrado, lo que lo obligó a permanecer más de tres meses en prisión preventiva, hoy el fiscal Julio César Ruíz explicó que el delito que se configuró es por el cual obtuvo condena.

"El delito que arrojaban (las indagaciones realizadas), era un delito de lesiones graves gravísimas (...) Se negoció, de acuerdo a las facultades de la ley, una pena de cuatro años y eso permitió arribar a este procedimiento, principalmente tomando en consideración de decisión de la víctima", manifestó.

En la misma línea, el persecutor explicó que el imputado "empujó a la víctima, pero sin tomar en consideración la existencia del bus y lo que posteriormente esto iba a causar, causando un daño más grave que el que en un principio se tenía en consideración".

Pese a que lo resuelto tomó en consideración lo que requería la víctima, como sostuvo el fiscal, la gerenta de la empresa donde trabajaba la mujer no quedó conforme. "Van a sentir que no cuesta nada agredir a un trabajar, que con un acuerdo económico todo se resuelve", indicó Lucía Durán a radio Biobío.

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