Joaquín Lavín: "Un próximo gobierno debería crear más liceos Bicentenario"

Joaquín Lavín

Alcalde de Las Condes dice que el ambiente de estudio y libre de paros y tomas en los recintos ha permitido su buen desempeño. Pide que se les permita seleccionar "a alumnos esforzados". Destaca que con los resultados obtenidos en la PSU ya han superado incluso a sus referentes: los liceos emblemáticos.




Luego de que se conociera que los liceos Bicentenario obtuvieron hasta 74 puntos más en la PSU, en comparación con otros establecimientos públicos, se reabrió el debate respecto de esta política educativa creada en 2010, bajo el gobierno del ex Presidente Sebastián Piñera. El actual alcalde de Las Condes y ex ministro de Educación que impulsó estos recintos, Joaquín Lavín, conversó con La Tercera sobre el éxito obtenido y, en la otra cara de la moneda, de los problemáticos resultados de los establecimientos emblemáticos.

¿Le sorprenden los resultados de los liceos Bicentenario en la PSU?

No me sorprenden, porque desde su inicio fueron creados para que los alumnos no tuvieran un techo, para que los estudiantes soñaran con llegar a la universidad. Quizás lo que me sorprende es lo rápido que han ido creciendo y mejorando, porque 30 de ellos partieron en 2011 y otros 30 en 2012. Esta es la primera generación que egresa habiendo cursado de séptimo a cuarto medio en un liceo Bicentenario.

Cuando nacieron estos recintos y, aun ahora, hay quienes denuncian que su creación es una medida parche...

Los liceos Bicentenario son lo más importante que se ha hecho por la educación pública en los últimos años, porque incluso están superando a sus grandes referentes, los establecimientos emblemáticos. Cuando se crearon los Bicentenario, la idea era democratizar y descentralizar la excelencia, es decir, que la excelencia en educación pública, gratuita y de calidad no estuviera sólo en los liceos emblemáticos de Santiago, que la excelencia llegara a otras regiones, a comunas más pequeñas. Y hoy es necesario reconocer eso como un valor. Hay gente que tiene la visión de igualar hacia abajo, que incluso quiere bajar el nivel del Instituto Nacional, porque dicen que si no mejoran todos no puede mejorar ninguno. Eso es un error, porque el mejorar todos los liceos públicos tomará tiempo. Incluso este gobierno, que se propuso mejorar la educación pública, tampoco lo ha logrado, entonces hay que permitir que los alumnos más esforzados y vulnerables tengan una vía rápida de movilización social.

¿Qué hay que hacer para mejorar la educación pública?

Yo creo que un próximo gobierno debería crear más liceos Bicentenario. Cuando partieron se presentaron 195 proyectos y aceptamos 60, porque eran los que más cumplían con los requisitos propuestos. Evidentemente, el interés de las comunas por crear liceos Bicentenario sigue y la necesidad de crear vías rápidas de movilidad social también. Además, hay que abordar la tarea de recuperar los emblemáticos. Ambos tipos de establecimientos cumplen un rol mucho más allá de que los jóvenes lleguen a la universidad, porque estos jóvenes van a formar parte de la elite de este país. Chile está formado por dos elites: la que proviene de colegios pagados y la de la clase media laica, que viene de los mejores liceos emblemáticos. Si no se mantienen esos liceos, la elite meritocrática va a disminuir y se conformará sólo por particulares pagados.

¿Cómo se puede recuperar a los emblemáticos?

Una manera es reconocer el mérito al esfuerzo. Aquí se dice 'no se puede seleccionar', pero, momento, si tú seleccionas, que sea a los más esforzados que lleguen. Eso es premio al esfuerzo, entonces el Instituto Nacional tiene que seleccionar, pero además tiene que tener una mística, un ambiente de estudio y no perder clases por paros y tomas. Los paros no pueden ser una tradición, porque terminan matando la excelencia. Si ni siquiera se alcanza a pasar toda la materia, ¿cómo obtener buenos resultados? Debe existir una mística tal que permita siempre estar enfocado en el estudio. Prácticamente ningún liceo Bicentenario estuvo en paro, porque los alumnos saben que tienen que estudiar, que es por su bien.

¿Qué opina de las críticas que dicen que a los liceos Bicentenario les va bien porque seleccionan o porque trabajan con los mejores alumnos?

Les diría que están equivocados. Cuando se tiene un liceo Bicentenario en una provincia rural como Ñuble y de ahí emerge un puntaje nacional, que es hijo de temporeros, ¿de qué selección estamos hablando? En gran parte de los liceos Bicentenario no se selecciona, pero la clave de su éxito es la mística, las metas y el apoyo que en su momento le dio el Mineduc a través de la subsecretaría técnica correspondiente.

¿Por qué dice en su momento? ¿Considera que ha disminuido el apoyo que el Mineduc les da a los Bicentenario?

Nosotros creamos una subsecretaría técnica que iba midiendo a los liceos Bicentenario, teníamos pruebas comunes para ver, por ejemplo, cómo iban en matemáticas, para que ninguno se fuera quedando atrás y para ver qué porcentaje de alumnos iba adquiriendo los conocimientos. Existía la instrucción de que no se podía pasar a la otra materia si el 80% de los alumnos no había aprendido el 80% de los contenidos. Es un modelo enfocado en que todos aprendieran. Esa subsecretaria técnica no está funcionando y se necesita volver a hacerla funcionar.

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