João Vicente Goulart, precandidato presidencial brasileño: "El gobierno de Temer es desastroso, asaltó el poder a través del soborno"

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João Vicente Goulart durante una entrevista con la Agencia PT de Noticias, en marzo de 2016.

El hijo de João Goulart, despuesto por la dictadura en 1964, se presenta por el Partido Patria Libre. "Nuestro partido es pequeño (...). Disputaremos una elección de David contra Goliat", dice el filósofo.




El hijo de João Goulart, el Presidente brasileño derrocado por la dictadura militar en 1964, podría seguir los pasos de su padre. João Vicente Goulart, de 60 años, es precandidato por el Partido Patria Libre (PPL), a la sucesión de Michel Temer en las elecciones de 2018. En esta entrevista con La Tercera el filósofo expone su cruda visión de la actual escena política brasileña.

¿Cómo se gesta su precandidatura presidencial?

Durante muchos años pertenecí al Partido Democrático Laborista, pues fui fundador del mismo junto a mi tío, Leonel Brizola, aún en el exilio. Antes de la amnistía en Brasil, ya soñábamos con reestructurar la doctrina laborista en Brasil, derrocada junto al gobierno de mi padre en 1964, por la dictadura militar. Fue de esta manera que decidí hacer parte del Partido Patria Libre, que fue fruto de la resistencia a la dictadura, a través del movimiento MR-8. Nuestro partido es pequeño, sin diputados ni senadores por ahora, lo que nos obliga a entrar en una lucha tremendamente desigual. No tenemos los millones de los partidos grandes para financiar una campaña presidencial ni acceso a los medios de comunicación. Disputaremos una elección de David contra Goliat, sin radio, sin televisión y/o recursos financieros.

¿Cuáles son sus principales propuestas?

El Partido Patria Libre tiene en su contexto programático la imposición del "Nacional Desarrollismo". Abogamos por un Estado fuerte y competente, así como la vigorización de la inversión pública y la sustentabilidad social como prioridad del desarrollo. Nos oponemos a las privatizaciones de los sectores estratégicos de nuestra economía y defendemos la soberanía de las riquezas de nuestro país y el derecho de construir nuestra matriz energética por todos los medios disponibles. Defendemos el crecimiento económico paralelamente con el crecimiento de los derechos sociales. Defendemos un Brasil socialmente más justo, distributivamente más equilibrado.

Usted ha minimizado la división entre izquierda y derecha, destacando más la lucha entre el mercado financiero y el humanismo. ¿A qué se refiere con ello?

Yo creo que la provocación que vivimos hoy en las redes sociales, entre derecha e izquierda, se debe más al desconocimiento de los hechos reales y de la situación social que vive la humanidad. Tenemos que rediscutir nuestra visión sobre la libre iniciativa, la propiedad privada y el nuevo y caduco modo de generar lucros sin la participación del operario. Sabemos que la ciencia y la tecnología están acabando cada vez más con los puestos de trabajo en las fábricas, no podemos continuar en un mundo donde un tercio de la humanidad está pasando hambre.

¿Usted se ve como una alternativa de izquierda?

Estamos del lado de los derechos fundamentales de los ciudadanos antes que de los grande lucros empresariales que marginalizan los DD.HH. ya establecidos. Si somos considerados una alterativa de izquierda por estas propuestas, bienvenidas sean las izquierdas, pues colocamos primero los derechos humanitarios, antes que los derechos y privilegios de la meritocracia que propugna la derecha en un país altamente injusto.

¿Y a qué se refiere cuando dice "nuestra plataforma es el lucro social"?

Exactamente a la prioridad de los seres humanos ante el desarrollo y la pujanza económica. Para nosotros son más importantes los índices de desarrollo humano (IDH), que los índices del mercado financiero. Primero el bienestar, después el mercado.

¿Cuál es su análisis sobre el gobierno de Michel Temer?

Desastroso. Esto no es un gobierno legítimo, es una cuadrilla que asaltó el poder a través del soborno, los negociados, la conspiración, el antirepublicanismo, la desfachatez y lo peor de todo, la entrega criminal de nuestra soberanía, de nuestra esperanza de que seamos libres e independientes de las empresas extranjeras a las cuales Temer está pagando su permanencia en el poder, corrompiendo no solo su administración, sino también los pilares de nuestras instituciones jurídicas, legislativas y administrativas.

Chile está ad portas de la segunda vuelta presidencial. ¿Tiene algún pronóstico sobre el resultado?

Las elecciones siempre son bienvenidas para producir cambios, transformaciones sociales, avances y formas administrativas renovadas. Chile no es la excepción en América Latina y creo que las elecciones de segunda vuelta harán justicia a los deseos populares de la mayoría. En Brasil podríamos tener coaliciones similares a Chile Vamos y la Nueva Mayoría en el balotaje, con los candidatos que representan a la derecha y la izquierda. Pero elecciones son siempre imprevisibles, principalmente con la profunda crisis moral y ética que vivimos actualmente.

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