Jeffrey Wright: "Lo interesante es que la historia puede ir ahora hacia cualquier parte"

Jeffrey Wright

El actor habla con La Tercera de la buena recepción de Westworld, el futuro de la serie y sus paralelos con el mundo y la política actuales.




Además de su notable interpretación del artista Jean-Michel Basquiat en el filme biográfico de 1996, su rol de Felix Leiter en las películas de James Bond de Daniel Craig y su recordada participación en la miniserie Angels in America (2003), por la que ganó un Emmy y un Globo de Oro, en dos décadas de carrera actoral Jeffrey Wright también ha sabido de mundos distópicos y pesadillas de la humanidad. Primero, con el thriller de ciencia ficción Ocho minutos antes de morir, su papel en la franquicia Los juegos del hambre y, recientemente, con una situación bastante más real: el triunfo de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos.

En los últimos meses, el actor participó en diversos actos a favor de Hillary Clinton, y tras la victoria del republicano ha recibido en redes sociales toda clase de insultos de parte de sus adherentes, así como uno que otro llamado a boicotear su más reciente proyecto, Westworld, la serie basada en la película de 1973 que HBO emite todos los domingos, cuya primera temporada ha ganado una creciente legión de seguidores.

Por lo mismo, no todo es odio en Twitter para el actor de 50 años, quien admite estar al corriente de todas las teorías que los fans le envían sobre el futuro de Westworld, un parque de diversiones futurista que recrea el Lejano Oeste, y en el que los visitantes ("huéspedes") pagan por satisfacer sus más oscuros impulsos con los androides ("anfitriones") que habitan el lugar. En ese sentido, Wright, quien en la serie encarna a Bernard Lowe, el científico encargado de dar vida a los humanoides ideados por el director del recinto, Robert Ford (Anthony Hopkins), sabe que la trama es más que un ejercicio de ficción sobre las potenciales consecuencias de la inteligencia artificial, y tiene mucho que decir sobre el convulsionado presente que vive la humanidad.

"Creo que la premisa de la historia se ha vuelto más relevante en estos tiempos, es parte de una conversación global, y Jonathan Nolan y Lisa Joy (creadores de la serie) lograron presentarla de una forma muy innovadora y política", dice.

La serie ha recibido buenas críticas y en seis episodios se ganó un culto de seguidores. ¿Cuáles serían las razones de esa buena respuesta?

El guión, el elenco y el equipo que hay detrás. Me parece que la base de cualquier proyecto exitoso es un guión potente. Jonathan y Lisa están entre los guionistas top de la industria y han logrado adaptar muy bien el texto de Michael Crichton (el novelista que escribió y dirigió el filme de 1973), que en muchos sentidos se adelantó a su tiempo. Ellos hicieron que la historia conectara con estos tiempos, ya que me parece que el filme original no se concentró tanto en ese aspecto. A Crichton, que era un gran escritor, no podríamos incluirlo entre los grandes directores de esa época. Y bueno, a esto hay que sumarle a Anthony Hopkins.

¿Hay muchos paralelos entre la serie y el mundo que vivimos hoy?

Obviamente, en todo el mundo nos hemos vuelto mucho mas dependientes de la tecnología. Pero para mí, una de las cosas mas interesantes de la serie es que tiene elementos atemporales. Cosas que nos hemos preguntado siempre: quiénes somos, de qué estamos hechos, cuáles son nuestros sueños. Los anfitriones se convierten en una metáfora y en un espejo que nos lleva a reflexionar sobre la humanidad, y para mí esa es la pregunta más fascinante de lo que hacemos.

¿Se puede adelantar algo de lo que viene?

Absolutamente nada (ríe). Creo que en cierta forma lo que viene es el fin del comienzo. Esta primera parte es sobre construir un mundo, explicar dónde estamos, quiénes somos y una vez que lleguemos allí comenzará una nueva historia. Esto es un preludio de lo que viene. Lo interesante es que ahora la historia puede ir a cualquier parte.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.