Investigador francés rechaza críticas a su estudio sobre toxicidad en el maíz transgénico

<font face="tahoma, arial, helvetica, sans-serif"><span style="font-size: 11.818181991577148px;">El autor asegura que su investigación es la más detallada y extensa que existe hasta ahora y que incluso fue evaluado por la mejor revista de toxicología alimenticia del mundo.</span></font>




El autor francés del estudio que relaciona un tipo de maíz transgénico con altos riesgos de salud en ratas rechazó  las críticas contra sus métodos de investigación y describió su trabajo como el informe más detallado hasta la fecha sobre el tema.

Según el estudio publicado anteriormente en la revista internacional "Food and Chemical Toxicology", las ratas alimentadas con maíz transgénico mueren y tienen episodios de cáncer con más frecuencia, con tasas de mortandad de dos a tres veces más en las hembras y la misma relación en cuanto a tumores producidos en ambos sexos, ha dicho  Gilles-Eric Seralini, de la Universidad de Caen, quien además dirigió el estudio.

Pero expertos no relacionados con el estudio se mostraron escépticos, describieron los métodos estadísticos del equipo francés como poco convencionales y acusaron a los científicos de embarcarse en una "salida de pesca estadística".

En una conferencia de prensa realizada el jueves en Bruselas, Seralini defendió el estudio, indicando que, previo a su publicación, fue evaluado por la mejor revista de toxicología alimenticia del mundo. "Estoy esperando por las críticas de científicos que hayan publicado material (...) sobre los efectos de alimentos transgénicos y pesticidas en la salud, para debatir abiertamente con colegas que sean científicos de verdad y no personas que hagan lobby", agregó.

Previamente, la Comisión Europea dijo que había solicitado al organismo de seguridad alimenticia, EFSA, que verificara los resultados del estudio francés e informara de sus resultados.

"La orden a la EFSA es corroborar lo que este grupo de científicos ha presentado, analizar sus condiciones de investigación, estudiar cómo fueron tratados los animales", dijo el portavoz de salud de la Comisión Frederic Vincent durante una sesión informativa.

En el 2003, la EFSA publicó un análisis de seguridad sobre la variedad de maíz transgénico conocido como NK603, que es tolerante al herbicida Roundup de Monsanto. Su conclusión fue que ese tipo era tan seguro como el maíz no transgénico, y tras ello la Unión Europea aprobó su uso en alimentos para personas y animales.

Pero Seralini dijo que los análisis de la EFSA eran menos rigurosos que el estudio de su equipo. "Los transgénicos han sido evaluados de una manera extremadamente pobre y laxa, con mucho menos análisis del que hicimos nosotros. Es el estudio más detallado y extenso del mundo. Por lo tanto, algunas personas son responsables y culpables de autorizar este tipo de transgénico apenas tres meses después", afirmó.

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