Dos años después que un agricultor en Michigan (EE.UU) descubriera los huesos de un gran mamut con rastros de haber sido masacrado por los primeros humanos, un estudio adicional realizado por paleontólogos sugiere que además, éstos guardaron la carne sobrante en una especie de "refrigerador prehistórico", siendo la primera vez que se evidencia este tipo de comportamiento.

En el nuevo descubrimiento, realizado en noviembre, los investigadores desenterraron 40 huesos y fragmentos de huesos adicionales del animal, comprobando que el sedimento donde se encontraban evidenciaba un antiguo estanque con tres rocas del tamaño de balones de fútbol ubicadas cuidadosamente, revelando que hubo intervención humana.

De acuerdo a Daniel Fisher, paleontólogo que lideró la excavación, el animal pudo haber sido cortado por humanos para posteriormente almacenar su carne en el estanque, utilizando las rocas para acumular agua y al mismo tiempo evitar que otros animales hurgaran en él.

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Fisher afirma que en este caso el estanque actúa como una especie de refrigerador mesolítico, con bacterias que ayudan a preservar la carne durante más tiempo. Para reafirmar su tesis, el paleontólogo probó con varios tipos de carne, y aseguró que nunca se sintió mal después de consumirla.

El equipo de investigación pudo fechar los huesos con más de 15.000 años de antigüedad, mientras que el mamut tenía alrededor de 40 años cuando murió. Sin embargo, no hay indicios que revelen si los humanos lo mataron o encontraron su cadáver y decidieron usar su carne.

El paleontólogo afirma que no era la primera vez que estos humanos cortaban la carne de mamut y que incluso utilizaron herramientas para romper el cráneo del animal. Por ahora se encuentra estudiando los huesos con más detalle para determinar la causa de la muerte del mamut.

"Estoy seguro que como resultado de esta segunda excavación, tendremos más información sobre lo que sucedió aquí", agregó Fisher.

Fuente: Newsweek