Hospital londinense asegura que enfermera que se suicidó, recibió apoyo después de broma radial

En tanto, los locutores que se hicieron pasar por la reina Isabel II y el príncipe Carlos, debieron mudarse a un lugar seguro tras recibir amenazas de muerte.




El Hospital King Edward VII de Londres reaccionó hoy a la noticia del diario británico "The Guardian", respecto a que una de las las tres cartas dejadas por la enfermera Jacintha Saldanha antes de suicidarse, criticaba al personal del recinto de salud por cambiar su actitud hacia ella después de la broma que había sufrido.

El hospital, que celebró un servicio en memoria de Saldanha, a través de su consejero delegado, John Lofthouse, aseguró que la mujer recibió apoyo por parte del centro después de caer en la encerrona de una radio asutraliana, cuyos locutores se hicieron pasar por la reina Isabel II y el príncipe Carlos para obtener información sobre el embarazo de la duquesa de Cambridge Kate Middleton.

Lofthouse dijo, no obstante, que no podía comentar el contenido de las notas dejadas por la enfermera pues no las había visto. Reiteró que la enfermera fallecida fue "víctima de una broma cruel".

Según dos fuentes consultadas por el periódico, cuya identidad no se revela, en una de las notas Saldanha alude a la llamada falsa realizada por la emisora australiana 2DayFM.

En otra de las cartas, la enfermera da instrucciones para la celebración de su funeral, y en una tercera habla de los directivos del hospital, del centro médico en sí y critica a personas que trabajan en él.

Scotland Yard investigará ahora las llamadas telefónicas y los correos electrónicos de Saldanha para tratar de arrojar luz sobre su muerte, cita Efe.

Tras conocerse la muerte de Saldanha, el hospital afirmó que la enfermera no fue sancionada en su día, a la vez que voceros de la familia real británica aclararon que ellos no presentaron ninguna queja al centro médico por haber divulgado información sobre el estado de Kate.

El próximo sábado se celebrará en la Catedral de Westminster, en Londres, una ceremonia en memoria de la enfermera, cuya muerte hizo que los locutores de la radio que hicieron la broma se declararan "destrozados" por lo ocurrido.

AMENAZAS
En tanto, los locutores recibieron amenazas de muerte y por ello tuvieron que ser instalados en lugares seguros.

La policía de Australia ya abrió una investigación sobre las amenazas  después que tuvo acceso a una carta enviada al presentador Michael Christian, en la que una persona no identificada le alertaba que  "había balas con tu nombre". Una radio asociada, Southern Cross Austereo, denunció haber recibido  amenazas durante toda la semana.

"La policía está investigando este caso. Los detectives ya tienen en su  poder una carta que contiene varias amenazas. Estamos trabajando en el asunto y  tratando de descubrir al autor de esta carta", dijo a AFP un vocero de la  policía del estado de New South Wales.

De acuerdo con el diario The Daily Telegraph, los presentadores y varias otras personas han sido instaladas en hoteles, y unos 10 ejecutivos de la radio implicada tienen ahora protección de agentes de seguridad privada.

Christian y la también presentadora Mel Greig, siguen alejados de su trabajo y no han sido  vistos en público desde el lunes, cuando pidieron disculpas y lloraron delante  de las cámaras de televisión.

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