Gobierno construirá 104 mil viviendas que integrarán familias vulnerables y de clase media

Desde hace una década que en la comuna de Zapallar, histórico y exclusivo balneario de la Región de Valparaíso, que no se construían viviendas con subsidios del Estado. Hasta esa comuna, de unos seis mil habitantes, llegará hoy la ministra de la cartera, Paulina Saball, para inaugurar las primeras 60 casas del condominio Aires de Catapilco. Esta es la primera etapa de un proyecto de más de 130 unidades habitacionales, destinadas a familias de la zona y que se construirán con el Programa Extraordinario de Reactivación Económica e Integración Social.

Esta iniciativa fue lanzada como piloto en 2015 para incentivar la construcción de conjuntos de viviendas por parte de empresas privadas, en los cuales al menos el 20% de las unidades fueran para sectores socioeconómicos vulnerables (viviendas con valores de hasta 1.100 UF) y el resto para sectores medios (hasta 2.400 UF), las que debían ubicarse en áreas bien localizadas de las ciudades. Además, introdujo inéditos incentivos económicos para las empresas y para las familias beneficiadas con subsidios.

En 2016, el plan se transformó en el Programa de Integración Social y Territorial, una línea de subsidios regular del Ministerio de Vivienda (Minvu), que este año concretará su segundo llamado. Así, entre ambos programas, el Estado pretende construir más de 104 mil viviendas, un tercio de las 367.939 unidades que se construirán o comprarán con subsidios del Estado entre 2015 y 2017.

"Creemos que este programa ha sido muy exitoso desde varios puntos de vista. Comenzó como un programa extraordinario y se transformó en una línea regular del Minvu; se han generado 369 mil empleos en estos años; además se generó una convergencia de recursos públicos, de la banca y de los desarrolladores privados, y se han construido proyectos con un evidente mejor estándar de urbanización y localización", afirmó la ministra Saball. Agregó que este programa, además, "ha demostrado que la integración social de distintos sectores es posible. Eso representa un cambio en las políticas habitacionales que hasta ahora habían provocado segregación".

Hasta el año pasado se habían destinado proyectos para todas las regiones del país, excepto en Aysén, y se espera que la inversión total para las iniciativas aprobadas entre 2015 y 2017 alcance los US$ 5.500 millones, de los cuales US$ 3.500 millones provienen del financiamiento privado a los sectores medios.

Desde el ámbito privado también existe una evaluación positiva. "El programa ha generado un alto grado de interés de las empresas, porque ha demostrado ser más eficiente que otros para juntar la oferta y la demanda, a pesar de que aún no se ha vendido el ciento por ciento de las unidades construidas", señaló el director ejecutivo de la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios, Vicente Domínguez.

En tanto, Leonardo Moreno, director de la Fundación para la Superación de la Pobreza, afirma que "si bien es una muy buena solución para mejorar las condiciones de habitabilidad de las personas más vulnerables, hay temas que se deben abordar: reducir las posibilidades de que las construcciones en altura generen problemas con los pagos y mantención de los bienes comunes, como ascensores, y que se resuelvan los subsidios cruzados, porque es la clase media la que finalmente termina subvencionando a los sectores más pobres, ya que con 1.000 UF no se financia una casa".

El Ministerio de Vivienda inició hoy el segundo llamado del Programa de Integración Social y Territorial, por un total de 25 mil nuevas viviendas, las que deberían iniciar obras a más tardar en diciembre de este año.