El fútbol en los genes

Rivaldo Vítor Mosca Ferreira Junior tiene 22 años. Es un delantero brasileño que juega en el Dinamo de Bucarest, en Rumania. En el partido de ida por la tercera ronda clasificatoria de la Europa League, anotó un golazo en la igualdad 1-1 con el Athletic de Bilbao. El tanto dio la vuelta al mundo, no sólo por su espectacularidad (un remate desde fuera del área), sino además porque se trata del hijo de Rivaldo, la leyenda del Scratch, campeón del mundo en Corea-Japón 2002, quien brilló en el Depor, en el Barcelona y en el Milan, el mismo que acostumbró a los fanáticos a sus goles de alta calidad.

Rivaldo padre fue testigo privilegiado del tanto de su hijo, ya que vio el lance en un palco y festejó como un hincha más. "Quedé muy contento porque el partido estaba muy difícil y ha hecho un gol bellísimo. Ha tenido suerte de hacer un grandísimo gol. Ya ha hecho goles así y él ha intentado rematar. Le gusta mucho rematar desde fuera del área, como su padre, y marcó un gran gol", dijo el ex volante a la televisión rumana terminado el partido del jueves.

El fútbol los ha unido a tal nivel que jugaron juntos y marcaron en el mismo partido. Sí, en septiembre de 2015, con la camiseta del Mogi Mirim, en la victoria sobre el Macaé, por la Serie B de la liga brasileña. Un encuentro histórico.

Rivaldinho en la cancha, Rivaldo en la tribuna. El padre mira el desempeño de su retoño. Una imagen que de vez en cuando se repite: hijos de ex jugadores siguen el camino de sus progenitores. Cuando los genes pesan a la hora de encontrar un quehacer en la vida, cuando las aptitudes permiten continuar una ruta que se transforma en familiar. Pero el caso de Rivaldinho no es el único en el balompié mundial.

Uno de los más connotados del último tiempo es el de Justin Kluivert (18). El segundo de los cuatro hijos del mítico Patrick Kluivert, estrella del Ajax y del Barça, pertenece a la prolífica cantera del gigante de Amsterdam desde los 10 años. Junto a su escuadra, clasificaron a la final de la Europa League, pero se inclinaron ante el Manchester United, en Suecia. Eso sí, el menor de la dinastía hizo noticia en la semana. Shane Kluivert (9) firmó un contrato publicitario con Nike por cinco años, vínculo que presentó mediante sus redes sociales (tiene nada menos que 136 mil seguidores en Instagram). Es el deportista más joven en tener este tipo de contratos. Juega en las inferiores del PSG.

Quien desarrolla una carrera más reconocida es Giovanni Simeone (22). El hijo del Cholo, técnico del Atlético de Madrid y ex seleccionado argentino, salió de las inferiores de River Plate, aunque nunca pudo asentarse en los Millonarios. Se fue a Banfield, hasta que en el 2016 dio el salto al Genoa, donde se hizo un nombre propio, para no seguir siendo "el hijo de".

También en la capital hispana trabaja Zinedine Zidane. Los cuatro hijos del estratega merengue entraron al Real Madrid. Los dos mayores están construyendo su propia carrera. Enzo (22), quien se llama así en honor a Enzo Francescoli, se fue al Alavés, luego de debutar en la temporada pasada en el primer equipo de la Casa Blanca. Por su parte, Luca (19) es arquero y seleccionado francés en categorías juveniles.

En Chile también se dan algunos casos: Fernando Cornejo Miranda (21), hijo del recordado Corazón de Minero; José Luis Sierra Cabrera (20), hijo del Coto; Paulo Díaz (22), cuyo padre es Ítalo Díaz; Francisco Arancibia (20), hijo de Leopoldo Arancibia; Andrés Robles (23), hijo de Héctor Robles; y Pablo Galdames (20), cuyo papá fue el ex volante de la U del mismo nombre. El fútbol está en los genes.