Los vientos extremadamente secos del otoño, conocidos como Santa Ana, probablemente avivarán el jueves varios incendios forestales en el sur de California, que han destruido cientos de casas y provocado el desplazamiento de miles de personas en Los Ángeles, la segunda ciudad más grande de Estados Unidos.

Se espera que los vientos, que soplan hacia el oeste desde el desierto californiano, alcancen el jueves los 130 kilómetros por hora. Esto podría avivar varios focos de incendios en el área de Los Ángeles que ya han causado, según medios locales, la evacuación de unas 200.000 personas.

Videos y fotografías publicados en redes sociales mostraron laderas cubiertas de llamas a lo largo de carreteras congestionadas mientras los viajeros se dirigían lentamente a sus trabajos u hogares, además de hileras de casas reducidas a cenizas y bomberos intentando salvar algunas viviendas.

"Estamos al inicio de un evento de viento prolongado", dijo al diario Los Angeles Times Ken Pimlott, director del Departamento Forestal y de Protección contra Incendios de California. "No habrá capacidad para combatir el fuego con este tipo de vientos".

En el Valle de San Fernando, al norte de Los Ángeles, el fuego destruyó al menos 30 viviendas y forzó la evacuación de 2.500 hogares y de un centro de salud.

"Estos son días que te rompen el corazón", dijo el alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, durante una conferencia de prensa. "Estos también son días que muestran la capacidad de recuperación de nuestra ciudad".

No se han reportado víctimas civiles o muertes, pero tres bomberos resultaron heridos y fueron hospitalizados en condición estable, dijo el Departamento de Bomberos de Los Ángeles.

Docenas de escuelas del área cancelaron clases el jueves.