Francotirador que causó pánico en Washington será ejecutado hoy

John Allen Muhammad realizó 13 ataques durante tres semanas en 2002, dejando a 10 personas muertas.




John Allen Muhammad, uno de los dos francotiradores que causaron el pánico hace siete años con el asesinato de diez personas en Washington y los alrededores, será ejecutado hoy.

Muhammad, de 48 años, y el joven Lee Boyd Malvo, que ahora tiene 24 años, fueron capturados después de 13 ataques durante tres semanas que dejaron diez personas muertas y sembraron pánico en la capital de Estados Unidos y sus alrededores.

La serie de ataques, la mayoría contra personas que repostaban en gasolineras, sembraron el pánico en los alrededores de Washington e hizo que se recomendara, incluso, que los niños no salieran al patio de las escuelas durante el descanso.

Muhammad fue condenado a muerte por uno de los diez homicidios. La ejecución mediante inyección letal se llevará a cabo a las 02.00 GMT del miércoles en el Centro Correcional Greensville, en Virginia.

El Tribunal Supremo de Justicia rechazó ayer una petición de aplazamiento y se negó a escuchar los argumentos de los abogados de Muhammad, quienes, el jueves, habían pedido una prórroga con el argumento de que, durante el juicio, su cliente estaba paranoico.

Muhammad y el joven Lee Boyd Malvo fueron capturados después de 13 ataques en los que dispararon con un rifle de alta potencia, ocultos en la parte trasera de un viejo automóvil Chevy Caprice, a través de un agujero en la tapa del portaequipajes.

Entre sus víctimas fatales se cuentan hombres y mujeres, con edades desde 13 a 72 años. En su mayoría fueron alcanzadas por las balas de los francotiradores en estaciones de gasolina o en estacionamientos públicos.

Los dos hombres, capturados en un parador de autopista a unos 80 kilómetros al noroeste del Distrito de Columbia, han sido acusados por varios homicidios, pero fueron juzgados y condenados por el de Dean Harold Meyers, la novena de sus víctimas fatales en la región, alcanzado por sus balas en una estación de gasolina en Manassas, Virginia.

Pero las declaraciones de Malvo a las autoridades sugieren que él y Muhammad podrían ser responsables por 27 ataques que resultaron en 17 muertes en diez estados (Maryland, Virginia, Alabama, Washington, Georgia, Texas, California, Florida, Arizona y Luisiana), además del Distrito de Columbia.

Malvo, quien ha cooperado con las investigaciones, cumple sentencias consecutivas de prisión de por vida, sin la posibilidad de libertad vigilada.

Pero Malvo sólo colaboró con la policía y dio información de posibles crímenes en jurisdicciones donde las autoridades prometieron que no lo procesarían, y algunas agencias gubernamentales no aceptaron el acuerdo.

De modo que, para muchos, queda la sospecha de que hubo aún más ataques, que datan desde febrero de 2002 y que por sus características asemejan la forma de operación de Malvo y Muhammad, que nunca se aclararán.

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