Estudio revela que sólo un doctorado en educación está acreditado del total que se imparten en Chile

Así lo determinó la investigación realizada por la Universidad Alberto Hurtado, que analizó los 16 programas disponibles que existen en el país, acusando falta de regularización en la materia.




Sólo un doctorado en educación se encuentra acreditado y sólo tres tienen altos requisitos de ingreso, como la aprobación de un examen y cartas de recomendación, de los 16 programas que se impartían en Chile hacia el 2009.

Esa fue la conclusión de un estudio elaborado por la Universidad Alberto Hurtado que determinó que pese a la proliferación de doctorados en educación en nuestro país en los últimos años, donde la matrícula ha aumentado en más de un 250%, superando los 500 alumnos, existe una importante falta de regularización.

De toda la oferta de programas, sólo ha logrado acreditarse el Doctorado en Ciencias de la Educación de la Pontificia Universidad Católica de Chile, y se observan diferencias en exigencia, duración y formación de los cursos.

Sólo 3 tienen requisitos altos, tales como manejar un segundo idioma, aprobar un examen y presentar cartas de recomendación. En cambio, el grueso de los programas (50%) no tiene una mayor selectividad de entrada de sus alumnos.

En cuanto a la duración de los estudios, ésta varía de 5 a 10 semestres, siendo el promedio 7 semestres. La mayoría ofrece cursos durante los primeros dos a cuatro semestres, luego de lo cual se presenta una tesis, un examen de candidatura y, finalmente, un examen de grado. Ninguno, en tanto, tiene una normativa que detalle el proceso de tesis, a diferencia de lo que sucede con los doctorados extranjeros.

Respecto a la asistencia, el estudio comprueba que un 43% tiene una modalidad presencial y un 57% una semipresencial o a distancia. A esto se suma que sólo 2 doctorados establecen exigencias de jornada para sus alumnos: uno exige dedicación completa durante los primeros años y otro una disposición de media jornada, equivalente a un total de 22 horas semanales.

Aunque la formación en investigación está presente en la mayoría de los doctorados (92%), no hay una distinción clara entre el enfoque académico que tienen algunos cursos y el enfoque que entrega herramientas de investigación para la práctica pedagógica, lo que sí está definido, por ejemplo, en el mundo anglosajón a través del grado de PhD.

NO HAY REGULACIÓN

"El tema de los doctorados en educación está profundamente desregulado en nuestro país. En Chile hace falta un concepto de postgrado que establezca para qué se necesita un doctorado, qué se quiere lograr con este tipo de especialización y que los mismos alumnos exijan bastante más información de la que hay disponible", señala el académico de la Facultad de Educación de la UAH, Javier Corvalán, uno de los autores del estudio realizado en colaboración con Alejandra Fallabella y María Teresa Rojas.

"En educación hay una baja capacidad de regular la demanda a nivel de doctorado. Si tú ofreces un doctorado en otras disciplinas, la mayoría de las personas lo usan para consagrarse como investigadores y exigen una alta calidad, pero eso no pasa con los doctorados en educación".

El estudio también indica que el promedio de edad de la matrícula de estos programas es de 45 años de edad, con mayor proporción de hombres (57%) que de mujeres (43%), y un promedio de titulados anuales de sólo un 33,3%.

Otra diferencia con la tendencia internacional es que no se encontraron cursos, talleres u objetivos programáticos que estuvieran dirigidos a formar competencias genéricas como la escritura académica y la comunicación de los resultados de investigación.

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