Embarazos múltiples aumentan 11% en Chile en la última década

En 2011 hubo 4.735 nacimientos de dos o más niños, mayoritariamente gemelos, que crecieron 14% en 11 años. Alza en la edad de la madre y el uso de técnicas de fertilización asistida explican el incremento.




Es como un efecto dominó. Basta que Pedro llore para que José e Iñigo lo hagan también. Aunque tienen personalidades diferentes, los trillizos de María José y Francisco parecen ponerse de acuerdo en ciertas situaciones, haciendo que ni la ayuda del marido sea suficiente. "Soy una agradecida cada vez que los miro, pero es un esfuerzo grande. A veces no damos abasto", confiesa María José.

La pareja, padres de una niña de cuatro años, querían otro hijo y pensaron en una inseminación artificial. María José sólo alcanzó a recibir la estimulación ovárica y luego le suspendieron el tratamiento. Aún así, quedó embarazada. "Me derivaron con un especialista, pero no tuve ninguna de las complicaciones asociadas a tener trillizos. Crecieron a la par, hasta que al final uno se fue quedando atrás, pero hasta hoy son muy parecidos en peso y talla", dice. Como sucede en todos los partos múltiples, sus hijos fueron prematuros.

Los embarazos de dos o más niños o embarazos múltiples, como el de María José, en Chile no llegan al 2% del total de nacimientos (1,91%), pero según cifras de Estadísticas Vitales 2011 del INE, adelantadas a La Tercera, el porcentaje va en aumento. En 2011 hubo 4.735 nacimientos de dos o más niños, 463 más que en el año 2000 (11% más). De esos, la mayoría fueron gemelos, los que crecieron más de 14% desde principios de este siglo, un alza significativa si se considera la caída de la tasa de fecundidad en Chile (que en 2000 era de 2,05 hijos por mujer en edad fértil, y en 2010 cayó a 1,91).

LAS CAUSAS

La edad de la madre es uno de los principales factores que contribuyen en el alza, explica Rogelio González, investigador de la U. Católica y Clínica Santa María.

Según cifras del Registro Civil, los nacimientos de madres de entre 40 y 45 años pasaron de 7.708 a 9.142 entre 2000 y 2010, respectivamente, un aumento de 18%, alza especialmente significativa en las mujeres de 42 años, con un incremento de 28,9% (de 1.287 a 1.659).

"Desde el 2000 aumentaron los embarazos en pacientes de 40 años o más", indica González. Estas mujeres estadísticamente tienen más embarazos múltiples, ya sea de forma natural o porque debido a su edad son más propensas a someterse a tratamientos de fertilización, que incrementan la posibilidad de tener un embarazo múltiple.

MENOS TRILLIZOS

El alza del fenómeno, sin embargo, se explica por el aumento de embarazos gemelares, pues los de trillizos, cuatrillizos o más han bajado. "Aunque han aumentado los embarazos gemelares, por suerte han disminuido los de tres o más, que son más riesgosos", dice Ricardo Pommer, jefe de la Unidad de Medicina Reproductiva de la Clínica Monteblanco. La razón, agrega, está en la autorregulación que las clínicas especializadas han hecho a sus procesos, transfiriendo no más de dos embriones a las pacientes, gracias a la criopreservación, que permite guardar los embriones para utilizarlos en otros intentos.

Antes de los métodos de criopreservación, las clínicas implantaban múltiples embriones, en busca de aumentar el porcentaje de éxito en los embarazos.

Carlos Troncoso, director de la clínica de infertilidad IVI, explica que aumentar el número de embriones implantados aumenta el riesgo de producir un embarazo múltiple, pero no la probabilidad de un nacimiento exitoso. "La calidad de los tratamientos y la tecnología hacen que hoy con un embrión tengamos hasta un 50% de probabilidad de conseguir un embarazo", dice.

Según la Sociedad Chilena de Medicina Reproductiva, hoy el 20% de los embarazos producidos con técnicas de reproducción asistida son gemelares. En cambio, la frecuencia de embarazos triples o mayores es menor al 1%. "Son las técnicas de baja complejidad las que tienen más riesgo de generar embarazos múltiples, pues al estimular la ovulación es más difícil controlar cuántos embriones se formarán", dice José Andrés Poblete, jefe de Obstetricia y Ginecología de la UC.

El uso de una técnica de menor o mayor complejidad está determinado por las condiciones de infertilidad de la mujer o su pareja.

MAS RIESGO

A los 36 años, Ximena Zúñiga (45) se embarazó de trillizos sin ningún procedimiento de fertilización. La primera ecografía había mostrado mellizos, pero una segunda opinión confirmó que eran tres. "Quedamos sorprendidos, no lo podíamos creer. Estábamos contentos y a la vez con susto", recuerda.

Se trataba de un embarazo riesgoso, le advirtieron. En su caso, a los cinco meses y medio fue internada por un sangramiento y estuvo en reposo hasta el fin del embarazo. "Siempre tuve claro que podría pasar algo en el parto. Notaba al doctor algo preocupado, pero en todo momento traté de mantener la calma y no pensar negativamente", dice. Y resultó bien, Matilde, Vicente y Gaspar -que hoy tienen nueve años- nacieron sin complicaciones y pesaron más de dos kilos cada uno.

De forma natural, como en el caso de Ximena, uno de cada 80 partos es gemelar, pero uno de cada 6.400 es triple. Aún más baja es la probabilidad de tener cuatrillizos (uno en 512 mil) y quintillizos (uno en 40.100.000).

En un embarazo múltiple pueden presentarse patologías obstétricas, como el síndrome hipertensivo, parto prematuro y aborto espontáneo, dice Poblete. Si a eso se suma una madre de más edad, aumenta el riesgo, por lo que se recomienda en pacientes de más de 40 años y 45 años transferir siempre un embrión.

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