El plan de 10 megaciudades para China

Uno de los principales planificadores económicos del gobierno chino propuso la construcción de ese número de megaurbes en los próximos cinco años para aliviar la presión urbana, en especial sobre Beijing, aquejada por la contaminación y la congestión vehicular.




El 7 de diciembre, en vísperas de  la clausura de la cumbre del Clima de París, las autoridades de Beijing emitieron su primera alerta roja por contaminación ambiental, lo que implicó medidas drásticas para limitar la circulación de autos, detener las obras en curso y cerrar escuelas y fábricas, previendo más de tres días de polución severa. Se trató de la advertencia más seria de un sistema de cuatro niveles adoptado hace poco más de dos años.

La contaminación del aire y la congestión vehicular están haciendo cada vez más compleja no sólo la calidad de vida en Beijing, sino también en las principales ciudades de China. Frente a este escenario, uno de los principales planificadores económicos del régimen propuso la construcción de 10 megaciudades más para aliviar la presión urbana, en especial sobre la capital.

En una reciente conferencia en Chongqing, Yang Weimin, viceministro del Gabinete del Grupo Central de Asuntos Financieros y Económicos, respaldó el plan de urbanización del gobierno para 2014-2020, el cual plantea el establecimiento de megaciudades en áreas del noreste, centro y oeste de China. Pero el funcionario, considerado un portavoz de la opinión del Politburó chino, fue un paso más allá al fijar en 10 el número de megaciudades (de más de 10 millones de habitantes) necesarias y colocar un plazo para su construcción: dentro de cinco años.

“Si las sedes centrales de las compañías, los principales hospitales y las mejores universidades fueran reubicadas, las enfermedades en Beijing podrían ser curadas y las áreas vecinas podrían tener más oportunidades”, dijo Yang, citado por el diario hongkonés South China Morning Post.

De la misma manera que el Delta del Río Yangtsé está anclado por tres gigantes económicos -las provincias de Jiangsu y Zhejiang y Shanghai- las áreas menos desarrolladas en el noreste, centro y oeste deberían tener sus raíces en las principales ciudades existentes. En el oeste, por ejemplo, las anclas podrían ser Chengdu y Chongqing, afirmó Yang.

Así, las nuevas megaciudades podrían desviar el foco de atención de los centros urbanos que ya han alcanzado el punto de saturación, como Beijing, Tianjin y la provincia de Hebei, zona geográfica conocida como Jingjinji y que ya se está fusionando en un solo conglomerado urbano. En julio pasado, el diario The New York Times informó que el gobierno chino tenía previsto convertir este eje en una megaurbe de 130 millones de habitantes -equivalente a seis veces el tamaño de Nueva York- con el fin de renovar por completo la economía del norte de China e innovar en el crecimiento urbano.

Según el Post, Beijing ya ha trasplantado escuelas, hospitales y tiendas hacia los suburbios, mientras que en los últimos años las fábricas contaminantes y los mercados mayoristas se han trasladado a la provincia de Hebei. El gobierno municipal será el próximo en cambiar de ubicación, pasando de estar cerca del complejo de Zhongnanhai al distrito suburbano de Tongzhou.

Sin embargo, Sheng Guangyao, investigador del Instituto para Estudios Urbanos y Ambientales de la Academia China de Ciencias Sociales, dijo al diario hongkonés que las reubicaciones no serían la solución. A su juicio, Beijing debe mover sus universidades y hospitales a Hebei en lugar de los suburbios, para evitar una mayor saturación.

Urbanización

En un informe publicado este año,  la OCDE advirtió que “la urbanización de China ha alcanzado una escala y velocidad sin precedentes”. Esto, porque la población urbana del país se ha casi cuadruplicado en los últimos 35 años a casi 700 millones y es probable que crezca otros 240 millones en los próximos 35 años, llevando la tasa de urbanización a cerca del 75%.

La investigación también destaca que el sistema urbano de China está creciendo cada vez más concentrado. El análisis sugiere que hoy el país asiático tiene 15 áreas urbanas con más de 10 millones de habitantes y no seis como estima la ONU.

La OCDE enfatiza que la rápida urbanización también está contribuyendo a “importantes problemas ambientales”. Por ejemplo, se estima en 350 mil por año el exceso de muertes debido a las emisiones de material particulado.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.