El otro Gasol vive su gran año en la NBA

Marc, el hermano menor de Pau, ha sido vital en la campaña que tiene a los Memphis Grizzlies por primera vez en la final del Oeste.




Vivir tras la sombra de un hermano. Eso describe de forma perfecta la adolescencia de Marc Gasol, hermano de Pau, el brillante ala pivote de Los Angeles Lakers, que comparte equipo con figuras como Kobe Bryant y Steve Nash, entre otros.

Y es que cuando la familia Gasol decidió trasladarse a Memphis, Estados Unidos, para seguir la carrera del actual jugador angelino, Marc era sólo un joven de 16 años, un poco gordo y no tan bueno como Pau. Sin embargo, con el paso del tiempo fue perfeccionándose y de a poco comenzó con una carrera ascendente.

En 2003 regresó a Barcelona para jugar en ese club, mientras su familia seguía en Memphis. Vivió durante un año en La Masía, la residencia para las promesas del fútbol del Barça  y algunas de baloncesto, y se desarrolló como pivote en plenitud.

Su rendimiento fue tal, que en 2007 sería seleccionado por los Lakers en el puesto 48º del Draft de ese año. Al año siguiente pasaría a los Grizzlies, en una operación que llevaría a su hermano al equipo que, en ese entonces, dirigía Phil Jackson.

Desde ahí en adelante, Marc Gasol fue convirtiéndose en uno de los líderes del equipo, el que generalmente no se ubicaba en los puestos de avanzada de la Conferencia Oeste de la NBA.

Sin embargo, tras el cambio de dueño (el empresario Robert Pera compró la franquicia a Michael Heisley en 2012 por 337 millones de dólares), y un proyecto liderado desde 2009 por el entrenador Lionel Collins, los Grizzlies están consiguiendo su mejor temporada histórica.

El miércoles eliminaron a los favoritos Oklahoma City Thunder y se instalaron por primera vez en la final del Oeste.

Parte importante de este éxito tiene a Gasol como protagonista, lo que demuestra su condecoración como el Jugador Defensivo de 2013.

"No tengo esa impresión de mí mismo. Me sorprende un poco. No me considero un jugador defensivo ni un especialista, sino el que hace lo que puede para tratar de ganar un partido", dijo al recibir el premio.

En este sentido, su figura se realza aún más con la dupla que forma junto a Zach Randolph, una de las mejores  en la liga.

"Estamos intentando hacer algo especial. Queremos llegar tan lejos como podamos", dice el español, que, justo en la temporada en que su hermano pasó largo rato lesionado y recibió las más duras críticas de su carrera, consolida su nombre en el básquetbol más difícil del mundo.

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