El nuevo mecenas que tiene el tenis chileno

Jaime Musalem donó US$ 1 millón a la Federación. Una empresa lo asesorará en el seguimiento de los recursos.




"Me fui hace muchos años, pero nunca se me olvidó Chile". Así relata Jaime Musalem el sentimiento por su país de origen, el que dejó en 1961, tras obtener una beca deportiva en la Universidad de Alabama, después de su desempeño en el Orange Bowl, dos años antes.

A principios de la década del 70 optó por la ciudadanía estadounidense y cambiarse el nombre a James Marlen. "En esa época no se podía conservar la nacionalidad chilena y tuve que renunciar a ella, entre llantos, mientras que el nombre lo tuve que adaptar porque era muy difícil de pronunciar", confiesa el ingeniero químico, que ayer, en una ceremonia, donó US$ 1 millón a la Federación de Tenis.

Su fortuna la fue forjando a pulso. Luego de destacarse como alumno, fue reclutado por GenCorp, un gigante de la tecnología, con negocios en el rubro aeroespacial. "Me convertí en el tercer hombre más importante de la compañía a nivel mundial, a los 48 años. Pero me fui", cuenta.

De este modo, partió a California para liderar la empresa de postes de alumbrado público Ameron, donde destacó por su capacidad para multiplicar las ganancias de la firma. "Ahí estuve 20 años y me convertí en presidente. Cuando llegué, cada acción costaba 29 dólares. Pero cuando vendimos la compañía, cada una costaba 180", reconoce.

A sus 73 años, está alejado del tenis y juega golf. Formó una sociedad financiera con sus tres hijos.

La principal motivación del hermano de la ex tenista Leyla Musalem es "ayudar al tenis de mi país, especialmente, a los jugadores de escasos recursos y me gustaría que otros empresarios también se interesaran".

Asimismo, está muy consciente de los problemas financieros de la Federación de Tenis, y de las denuncias que hubo al respecto.

"Antes de aportar, me hice asesorar y pregunté muy bien sobre esa situación. Y por eso decidí hacer una donación designada. Es decir, el dinero tiene que ir hacia los jóvenes talentos. Además, pedí reportes el cuarto mes de cada año y contraté a una empresa que me ayuda con la filantropía y que hará un seguimiento a los recursos", explica.

Con el aporte de Marlen, además de la posible aprobación de recursos para el proyecto de Marcelo Ríos y Nicolás Massú (presentes ayer), la FTCh dispondría de US$ 3 millones para la formación de figuras en los próximos cuatro años.

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