El FBI monitoreó los pasos de Carlos Fuentes en EE.UU. por 20 años

La agencia desclasificó un dossier sobre el autor mexicano, de 170 páginas. Lo vigilaron desde 1962.




Lo tenían por un "prominente intelectual marxista" con una "larga historia de relaciones subversivas". Para el FBI, Carlos Fuentes era un "peligroso comunista". Que también fuera escritor, quizás el más leído fuera de México durante los 60 y 70, no importaba. La agencia federal vigiló atentamente las visitas del autor de La muerte de Artemio Cruz a Estados Unidos por casi  20 años. A veces, instruyó negarle la entrada a territorio estadounidense, casi siempre siguió sus movimientos como si se tratara de una potencial amenaza.

El FBI acaba de desclasificar un dossier de 170 páginas sobre el fallecido autor mexicano, que informa de sus acciones en EE.UU. entre inicios de los 60 y fines de los 70, con una última nota en 1987. Nada de escuchas telefónicas o seguimientos, apenas un registro de sus movimientos públicos. Un archivo con un error de base: Fuentes, el más cosmopolita de los integrantes del boom latinoamericano, fue un hombre de izquierda, pero jamás comunista.

"Carlos no sólo no era comunista, nunca perteneció al Partido Comunista. Se nota que sabían muy poco sobre él", aseguró ayer la viuda del escritor, Silvia Lemus, al diario El País. Y añadió que Fuentes lo sospechaba: "Era consciente de esa paranoia", precisó.

De padre diplomático, Fuentes creció en varias ciudades de América, una de ellas Washington DC. Su relación con Estados Unidos fue larga, estrecha y mucho más que literaria: uno de sus buenos amigos en los 90 fue el Presidente Bill Clinton. Por eso, Lemus rechaza que el FBI lo defina como antiamericano: "Nunca lo fue. Valoraba un país con una gran energía", dijo.

Fuentes no fue el único artista blanco de sospechas del FBI. La agencia también investigó a Pablo Picasso, Andy Warhol,  Arthur Miller y John Lennon, entre otros. Sobre la posible reacción de su esposo ante la revelación, Lemus dijo: "Tal vez se hubiera reído".

La carpeta sobre el autor de La región más transparente se inició en 1962, cuando fue invitado a un debate en televisión con el subsecretario de Estado, Richard Goodwin, sobre la política de EE.UU. hacia Latinoamérica. Desde Washington, se lee en un cable del FBI, se pidió retrasar la respuesta ante una solicitud de visa. Finalmente, no se le concedió.

En adelante, el dossier Fuentes suma recortes de prensa sobre sus actividades, la copia de una "Carta abierta al pueblo de EE.UU." y advertencias de este tipo: "Debido a la importancia de Fuentes como escritor, la publicidad que han recibido las negativas de visa previas y su relación con dos universidades de Nueva York, no es deseable una investigación activa en este momento".

De todas formas, el FBI lo vigiló. En septiembre de 1965, un nota pide que se confirme si efectivamente dará una conferencia en la Universidad de Michigan. Para 1970 la agencia registra que Fuentes ha "declarado divorciarse del marxismo", pero instruye reportar sus actividades públicas.

Uno de los últimos documentos es un somero perfil del escritor, de 1978, que recuerda que en 1971 rechazó ser parte del equipo de la U. de Columbia, debido a un  bombardeo de EE.UU. contra Vietnam: "Es imposible hablar serenamente sobre literatura mientras el imperialismo americano mata a mujeres y niños", dijo Fuentes.

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